¿Quién Eres Para Dios?Sample

Éramos esclavos del pecado Gálatas 4:8-9 (DHH) "Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de seres que en realidad no son dioses. Pero ahora que ustedes han conocido a Dios, o mejor dicho, ahora que Dios los ha conocido a ustedes, ¿Cómo es posible que vuelvan a someterse a esos débiles y pobres poderes, y a hacerse sus esclavos? La Palabra nos enseña que cuando éramos solamente creación de Dios éramos esclavos del pecado porque no teníamos la revelación de quién es verdaderamente Dios y lo que nosotros somos para Él; nos enseña que servimos a falsos dioses y buscábamos solamente satisfacer nuestros deseos sumidos en un mundo de engaño. La Palabra es clara cuando nos llama a que analicemos si todavía somos esclavos sumidos en el mundo del placer terrenal o si verdaderamente hemos tenido la revelación de Dios a nuestro corazón; es aquí donde me gustaría aclarar un punto importante: Dios es una revelación para el ser humano; Dios en sí mismo encierra un nombre excelso y maravilloso el cual no puede ser mencionado en vano porque es tan maravilloso que no debemos usarlo sin la revelación de quién es Él; esto te lo aclaro porque muchas personas tienden a creer que el nombre de Dios es ese y nada más, esto demuestra que no hay revelación y relación hacia quien es Dios y lo que somos para Él. Mi amado amigo, mi amada amiga, si deseas medir tu nivel de relación hacia Tu creador basta con que analices si conoces el nombre de Dios; la Palabra nos enseña que Dios Padre abre los ojos de nuestro entendimiento a través de Su Palabra y se da a conocer al ser humano a través de ella; es por ello que debemos acercarnos cada día a la Palabra para que aprendamos quien es Dios y que somos para Él. Si quieres saber cual es el nombre de Dios y los atributos que tiene solo debes leer la Palabra, en ella encontrarás la verdad; entre más le conozcas más te vas a santificar para Él. Oremos: amado Padre, gracias te damos porque nos has hecho libres y ahora ya no vivimos en condenación; sabemos que Tu nombre es excelso, sublime y maravilloso y por eso nos rendimos delante de Tu presencia para pedirte, en el nombre de Cristo Jesús, que nos ayudes a vivir en libertad, a no ser más esclavos del pecado y así tener la vida eterna, amén.