Lucha y Triunfo: Plan Devocional OlímpicoSample

"Busque a Jesús primero"
Wilson Kipsang de Kenia, uno de los corredores más rápidos en el mundo, ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos y ha obtenido el récord mundial en el maratón. Él corrió hacia la victoria en ciudades como Londres, Berlín, Frankfurt, y Nueva York.
El propósito principal de Wilson es modelar una vida dedicada plenamente a Jesucristo. Él quiere que su éxito deportivo sea una plataforma para ayudar a otros corredores, a sus seguidores y a sus compatriotas kenianos. Wilson corre para que otros puedan verlo a Él.
Ganar carreras ni es su principal objetivo ni su mayor pasión. A pesar de que alegría y energía de parte de Dios cuando corre, terminar primero no es su propósito.
Wilson está singularmente dedicado a Jesús. Alejarse de su primer amor, Jesús, es lo que más teme. Él no quiere despertar un día y darse cuenta que se ha conformado con cosas como gloria personal o de valor pasajero.
Hacer lo correcto es confiar en Dios y aferrarse a Su Palabra, no importa lo que otros digan o hagan. «Si yo tengo fe, entonces no estoy solo. El Espíritu Santo está allí. Dios está conmigo para aconsejarme, y para cuidr de mí», dice Wilson. «Siempre sabré que estoy haciendo lo correcto, y siempre trataré de escuchar la voz de Dios».
Pregunta: ¿Cuando usted se despierte mañana por la mañana, hará lo correcto y se comprometerá a permitir que Cristo sea el Señor, e intencionalmente caminará con Él a lo largo de su día? Haga que pasar tiempo en su Biblia, que tomar tiempo a solas con Cristo, sea una prioridad ¿Leerá Su Palabra, meditará sobre ella, y luego le pedirá la sabiduría para aplicarla cada día? ¿O va a iniciar su día tratando de alcanzar las cosas de menos valor?
Oración: Padre Celestial, te pido humildemente que grabes a fuego en mi corazón que tan facilmente se distrae, un amor y una sed por ti y Tu Santa Palabra, la Biblia. Dame el valor y la determinación para entregar, a cada hora, toda mi vida a ti para tus propósitos, y para tu gloria. En el nombre de Jesús, Amén.
Wilson Kipsang de Kenia, uno de los corredores más rápidos en el mundo, ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos y ha obtenido el récord mundial en el maratón. Él corrió hacia la victoria en ciudades como Londres, Berlín, Frankfurt, y Nueva York.
El propósito principal de Wilson es modelar una vida dedicada plenamente a Jesucristo. Él quiere que su éxito deportivo sea una plataforma para ayudar a otros corredores, a sus seguidores y a sus compatriotas kenianos. Wilson corre para que otros puedan verlo a Él.
Ganar carreras ni es su principal objetivo ni su mayor pasión. A pesar de que alegría y energía de parte de Dios cuando corre, terminar primero no es su propósito.
Wilson está singularmente dedicado a Jesús. Alejarse de su primer amor, Jesús, es lo que más teme. Él no quiere despertar un día y darse cuenta que se ha conformado con cosas como gloria personal o de valor pasajero.
Hacer lo correcto es confiar en Dios y aferrarse a Su Palabra, no importa lo que otros digan o hagan. «Si yo tengo fe, entonces no estoy solo. El Espíritu Santo está allí. Dios está conmigo para aconsejarme, y para cuidr de mí», dice Wilson. «Siempre sabré que estoy haciendo lo correcto, y siempre trataré de escuchar la voz de Dios».
Pregunta: ¿Cuando usted se despierte mañana por la mañana, hará lo correcto y se comprometerá a permitir que Cristo sea el Señor, e intencionalmente caminará con Él a lo largo de su día? Haga que pasar tiempo en su Biblia, que tomar tiempo a solas con Cristo, sea una prioridad ¿Leerá Su Palabra, meditará sobre ella, y luego le pedirá la sabiduría para aplicarla cada día? ¿O va a iniciar su día tratando de alcanzar las cosas de menos valor?
Oración: Padre Celestial, te pido humildemente que grabes a fuego en mi corazón que tan facilmente se distrae, un amor y una sed por ti y Tu Santa Palabra, la Biblia. Dame el valor y la determinación para entregar, a cada hora, toda mi vida a ti para tus propósitos, y para tu gloria. En el nombre de Jesús, Amén.
Scripture
About this Plan

Aprenda de las historias de atletas olímpicas que han padecido dificultades y pruebas para experimentar la victoria a través de su dependencia de Dios. Este plan de lectura de un mes explora cómo la Palabra de Dios puede hablar a nuestros corazones en nuestras luchas más devastadoras y en nuestros triunfos más asombrosos.
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