Equipadas - Ayer y hoySample

Había muchas personas temerosas de Dios en Antioquía de Pisidia. Cuando Pablo y Bernabé llegaron a la ciudad, comenzaron a predicar a judíos y a gentiles. Cuando Pablo explicó que el evangelio era para judíos y gentiles por igual, los judíos se enfurecieron. Durante cientos de años, los judíos habían sido el pueblo escogido de Dios. Todavía lo eran, pero por el sacrificio de Jesús, la redención estaba disponible para toda persona. Había una gran división entre judíos y gentiles en el primer siglo, y los judíos no querían tener nada que ver con los gentiles. Sin embargo, a medida que el evangelio continuó extendiéndose, cada vez más gentiles llegaron a la fe en Cristo. Los gentiles se regocijaron cuando oyeron que Jesús había venido a salvarlos. Se regocijaron al escuchar que la redención no era solo para el pueblo judío sino también para toda nación. Su gozo hizo que el evangelio se extendiera por la región. El evangelio no es para un grupo de personas. El evangelio es el mensaje de Cristo y la esperanza de la redención y una relación con Dios para todos los que creen. No hay distinción entre aquellos que están en Cristo (Gal 3:28). El evangelio es para todas las personas, en todos los tiempos, todas las culturas y todas las naciones. ¡Esto sí que es motivo de gozo! Padre Dios, te agradezco por Tu provisión al permitirme escuchar el evangelio. Te alabo porque todos pueden ser salvos si tienen fe en Ti. Eres bueno, amoroso y amable. Ayúdame a amar a los demás y dales la bienvenida a tu iglesia. En el nombre de Jesús, amén.