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Todos necesitamos algunas cosas para vivir: algunas de ellas son la comida y el agua. Si alguna vez has estado sin comida ni agua durante mucho tiempo, entonces sabes lo que es tener hambre y sed. Jesús solía usar comparaciones como esta para enseñarnos lecciones importantes acerca de sí mismo. Aquí, Jesús nos dice que Él es tan importante para nosotros como el pan y el agua: sin Él, no sobreviviremos, pero con Él, tendremos todo lo que necesitamos. Hoy, piensa en las necesidades que tienes y que Dios ha suplido. Cosas como un amigo con quien compartir cosas, una familia que te ama o un techo sobre tu cabeza. Comienza una lista y amplíala cada vez que notes una necesidad que Dios esté satisfaciendo en tu vida.