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Cómo cultivar un corazón sanoSample

Cómo cultivar un corazón sano

DAY 2 OF 7

El cuidado del corazón

Jesús enseñó sobre el asesinato, citando la ley antigua: “No matarás” (Éxodo 20:13); y establece una relación muy cercana entre el asesinato y el enojarse, tal vez porque el enojado fácilmente puede hacer daño y hasta matar; el asesinato es, por tanto, el resultado del enojo acumulado por largo tiempo contra alguien. Si dejamos que nuestro corazón se llene de las actitudes incorrectas, emociones tóxicas y guardamos motivos insanos, tarde o temprano cosecharemos un fruto amargo.

El mal crece primero en el corazón

El mal está no sólo en las acciones, sino también en las motivaciones y actitudes del corazón. Los judíos del tiempo de Jesús se enfocaban en cumplir los mandamientos y no en la condición del corazón. Pero no sólo son importantes las acciones, sino también las actitudes y motivaciones, pues a la larga éstas determinan los hechos y comportamientos. 

Jesús también aseguró: "Del corazón salen los malos pensamientos, las malas acciones, impurezas, falsedades y malas actitudes" (Paráfrasis de Mateo 15:19). Y en Mateo 12:34 agrega: “Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Es claro, entonces, que el mal o pecado crece primero en el corazón del hombre.

Esta verdad la enfatiza también el apóstol Santiago cuando escribió: “…cada uno es tentado, cuando de su propio mal deseo es atraído y atrapado.  Entonces el mal deseo, después que domina, manifiesta el pecado; y el pecado, siendo consumado, trae la muerte” (Paráfrasis de Santiago 1:14-15). 

Es en el corazón, que bien puede definirse como el asiento de los pensamientos, las emociones y la voluntad, es donde comienza el pecado. 

Jesús, consciente de cómo el pecado toma primero forma en el corazón del hombre, nos anima a revisar las intenciones del corazón y a mantener un corazón limpio.