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Cómo un niño obediente
Salmo 32:8-10
El Salmista David grabó lo que el Señor habló a su corazón en el Salmo 32:8,9. Dios prometió instruir y guiarlo en todo lo que él haría en su vida. Estas son las misma palabras de Dios para nosotras. Él promete darnos el consejo que necesitamos con Su mirada fija sobre nosotras. ¡Que maravilla!
Sin embargo, Dios continúa advirtiendo a través de este salmo que debemos ser enseñables, apoyándonos en su consejo, no resistiéndonos a su instrucción como un caballo o una mula obstinada. A una mula obstinada se la debe conducir con una incómoda broca y brida, que a veces es dolorosa. Su maestro debe forzar a la mula para que vaya en la dirección correcta, y usa la broca y la brida forzándola a permanecer cerca de él.
Oh, no quiero ser como una mula que está liderada por la fuerza y el control. Quiero ser una niña obediente que escuche la voz del Padre y va a donde Él la dirige, haciendo lo que Él le pide. El Salmo 32:10 continúa con la advertencia acerca de ser como una mula obstinada (en versículo 9) con un recordatorio de que los malvados o desobedientes experimentarán mucha tristeza. Sin embargo, para aquellos que confíe en el Maestro experimentarán un amor inquebrantable.
¿Qué prefieres, amiga, una mano contundente que te conduzca a lo largo de la vida, o la alegría de confiar en que tu Padre celestial te guiará de la mejor manera para la mejor vida?
Dedica un tiempo para reflexionar en cuál de los dos ejemplos te proyectas en este momento: ¿el de una mula obstinada?, o ¿el de una niña confiada? Pida ayuda a Dios para que te conduzcas por sus caminos y sientas gozo en la trayectoría mientras Él te dirige.
Salmo 32:8-10
El Salmista David grabó lo que el Señor habló a su corazón en el Salmo 32:8,9. Dios prometió instruir y guiarlo en todo lo que él haría en su vida. Estas son las misma palabras de Dios para nosotras. Él promete darnos el consejo que necesitamos con Su mirada fija sobre nosotras. ¡Que maravilla!
Sin embargo, Dios continúa advirtiendo a través de este salmo que debemos ser enseñables, apoyándonos en su consejo, no resistiéndonos a su instrucción como un caballo o una mula obstinada. A una mula obstinada se la debe conducir con una incómoda broca y brida, que a veces es dolorosa. Su maestro debe forzar a la mula para que vaya en la dirección correcta, y usa la broca y la brida forzándola a permanecer cerca de él.
Oh, no quiero ser como una mula que está liderada por la fuerza y el control. Quiero ser una niña obediente que escuche la voz del Padre y va a donde Él la dirige, haciendo lo que Él le pide. El Salmo 32:10 continúa con la advertencia acerca de ser como una mula obstinada (en versículo 9) con un recordatorio de que los malvados o desobedientes experimentarán mucha tristeza. Sin embargo, para aquellos que confíe en el Maestro experimentarán un amor inquebrantable.
¿Qué prefieres, amiga, una mano contundente que te conduzca a lo largo de la vida, o la alegría de confiar en que tu Padre celestial te guiará de la mejor manera para la mejor vida?
Dedica un tiempo para reflexionar en cuál de los dos ejemplos te proyectas en este momento: ¿el de una mula obstinada?, o ¿el de una niña confiada? Pida ayuda a Dios para que te conduzcas por sus caminos y sientas gozo en la trayectoría mientras Él te dirige.
Scripture
About this Plan
Te invitamos a leer toda la Biblia en un año con mujeres de todo el mundo. Este plan incluye seis días de lectura y un día de reflexión por semana. Cada día incluye lecturas del Antiguo Testamento, El Nuevo Testamento, Salmos y Proverbios. Cada semana ofrece un breve devocional basado en las lecturas de esa semana, orientadas al corazón de una mujer. Descubre el poder transformador de la Palabra de Dios.
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