Persiguiendo La VerdadSample

Haciendo el bien
2 Tesalonicenses 3:13
Esa joven mamá estaba cansada, esa clase de cansancio que se filtra hasta los huesos y penetra el alma. Su hijo pequeño y su bebé estaban enfermos, lo que significaba un par de visitas al médico, antibióticos, noches de insomnio y preocupación por la acumulación de facturas de ese mes. Surgió un pensamiento: «¿Estaré haciendo algo que muestre una diferencia en este mundo?» Se detuvo en la tienda para comprar comida y susurró una oración: «Señor, fortaléceme para el resto de este día. Dios úsame. Ayúdame a ser una buena esposa y mamá, pero también, ayúdame a obedecerte fielmente, pase lo que pase».
Bajó a los niños de sus asientos del coche y se apresuró a entrar para comprar las cosas de su lista, tratando de ahorrando lo suficiente para los próximos dos días hasta el siguiente pago. Afortunadamente, su niño no tuvo una crisis al pedirle que se sentara en el carrito de compras. Diez minutos más tarde volvía a su coche, agradecida de que todavía le quedaban veinte dólares. Ella no podía explicarlo, pero sabía que Dios le había dado una reserva para esa semana.
Entonces vio a una mujer con cuatro chiquitos, todos ellos un poco sucios y despeinados, estaba tratando de que cada niño se subiera al carrito de compras para entrar a la tienda. Su rostro reflejaba una expresión familiar de cansancio.
Al verla, oyó el suave susurro de Dios. Yendo más allá de su vacilación inicial, envolvió es último billete de veinte dólares en el recibo para ocultarlo un poco y lo puso en la mano de esa mamá, y le dijo: «¡Dios te bendiga!» Ella no miró a esta mamá hasta que llegó a su choche y luego voltio y vio a la mujer que apretaba ese regalo junto a su corazón, una sonrisa resplandeció su rostro. ¡Dios ciertamente proveerá cualquier necesidad que ese regalo pudiera suplir!
«Y vosotros, hermanos (hermanas), no os canséis de hacer bien.»
2 Tesalonicenses 3:13.
¿Qué podría estar susurrarle el Señor a tu corazón esta semana?
2 Tesalonicenses 3:13
Esa joven mamá estaba cansada, esa clase de cansancio que se filtra hasta los huesos y penetra el alma. Su hijo pequeño y su bebé estaban enfermos, lo que significaba un par de visitas al médico, antibióticos, noches de insomnio y preocupación por la acumulación de facturas de ese mes. Surgió un pensamiento: «¿Estaré haciendo algo que muestre una diferencia en este mundo?» Se detuvo en la tienda para comprar comida y susurró una oración: «Señor, fortaléceme para el resto de este día. Dios úsame. Ayúdame a ser una buena esposa y mamá, pero también, ayúdame a obedecerte fielmente, pase lo que pase».
Bajó a los niños de sus asientos del coche y se apresuró a entrar para comprar las cosas de su lista, tratando de ahorrando lo suficiente para los próximos dos días hasta el siguiente pago. Afortunadamente, su niño no tuvo una crisis al pedirle que se sentara en el carrito de compras. Diez minutos más tarde volvía a su coche, agradecida de que todavía le quedaban veinte dólares. Ella no podía explicarlo, pero sabía que Dios le había dado una reserva para esa semana.
Entonces vio a una mujer con cuatro chiquitos, todos ellos un poco sucios y despeinados, estaba tratando de que cada niño se subiera al carrito de compras para entrar a la tienda. Su rostro reflejaba una expresión familiar de cansancio.
Al verla, oyó el suave susurro de Dios. Yendo más allá de su vacilación inicial, envolvió es último billete de veinte dólares en el recibo para ocultarlo un poco y lo puso en la mano de esa mamá, y le dijo: «¡Dios te bendiga!» Ella no miró a esta mamá hasta que llegó a su choche y luego voltio y vio a la mujer que apretaba ese regalo junto a su corazón, una sonrisa resplandeció su rostro. ¡Dios ciertamente proveerá cualquier necesidad que ese regalo pudiera suplir!
«Y vosotros, hermanos (hermanas), no os canséis de hacer bien.»
2 Tesalonicenses 3:13.
¿Qué podría estar susurrarle el Señor a tu corazón esta semana?
Scripture
About this Plan

Te invitamos a leer toda la Biblia en un año con mujeres de todo el mundo. Este plan incluye seis días de lectura y un día de reflexión por semana. Cada día incluye lecturas del Antiguo Testamento, El Nuevo Testamento, Salmos y Proverbios. Cada semana ofrece un breve devocional basado en las lecturas de esa semana, orientadas al corazón de una mujer. Descubre el poder transformador de la Palabra de Dios.
More
Related Plans

Load Securement

God's Book: An Honest Look at the Bible's Toughest Topics

Dear Church, Truth in Love

Fear Not! A Guide to Living a Fearless Life

21 Days to Overcome Stress

How Do I Follow Jesus?

Healthy Living and the Bible - God in 60 Seconds

A Living Sacrifice

Matthew's Journey: 'The Gifts You Have' (Part 4)
