Persiguiendo La VerdadSample

Podemos hallar gozo
Filipenses 1– 4

La carta de Pablo a los Filipenses está llena de palabras de ánimo para que nos regocijemos en el Señor. La ironía es que Pablo, cuando escribió esta carta, estaba encarcelado. Fue allí donde Pablo y Silas cantaron himnos mientras un terremoto sacudía la prisión. Ellos sabían la importancia de tener una vida gozosa, a pesar de los sufrimientos (véase Hechos 16).

Observemos el mensaje de Pablo a los Filipenses:

Primero, Pablo dice que se regocijen a pesar de las circunstancias conflictivas. Algunas personas habían comenzado a predicar el Evangelio sólo para causar dificultades a Pablo. Pero, él renunció al conflicto, diciendo: «¿Qué diré, entonces? Pues que, a pesar de todo, y de todas maneras, sea por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado. Y en esto me gozo, y me gozaré aún» (1:18).

Cada vez que luchamos con circunstancias difíciles, debemos buscar lo bueno, especialmente si eso significa que Cristo se manifestará a través de nuestra vida. Cuando Cristo es proclamado, podemos regocijarnos.

También podemos alegrarnos a pesar de los conflictos de personalidad. Pablo dice:
« Completen mi gozo sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa» (2:2).

Cuando recordamos el propósito común—declarar las Buenas Nuevas al mundo— entonces podemos tener unidad, incluso cuando las personalidades no son compatibles. Pablo nos presenta a Cristo como nuestro ejemplo: «Que haya en ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús…» (2:5).

Finalmente, Pablo nos recuerda que nos regocijemos en vez de preocuparnos por las cosas: «No te preocupes por nada, pero en todo, a través de la oración y la petición con acción de gracias, presenta tus peticiones a Dios» (4:6).

Es mucho más fácil hablar de esto que hacerlo, pero orar en vez de preocuparse resulta en tranquilidad para la mente y el corazón. Cuando lo hacemos, damos espacio en nuestro corazón al gozo del Señor en vez de la preocupación.