Persiguiendo La VerdadSample

él conoce mi nombre
Isaías 43–44
Recientemente estuve con un grupo de mujeres comentaban acerca del nombre de cada una. Todas tenían una historia acerca del nombre que habían recibido, por quien habían sido llamadas así, y la razón de que habían recibido ese nombre. Una mujer sonrió cuando dijo que su primera hija había recibido un nombre familiar muy significativo, ¡mientras que su segunda hija fue nombrada en honor a su gato favorito de la infancia! En medio de risas y charlas, conversamos de algo aparentemente tan sencillo como el nombre de cada una. Es muy probable que usted tenga una historia similar cuando se trata del nombre que le dieron.
La Biblia también habla a menudo acerca de la importancia de un nombre. Dios a veces cambió el nombre de una persona cuando quiso transmitirle un mensaje específico. El nombre Abram fue cambiado por el de Abraham, como una señal de la promesa de que él sería el padre de muchas naciones (Génesis 17:5). El nombre Jacob fue cambiado por el de Israel como recordatorio del pacto con Dios (Génesis 32:28). Otros en la Biblia recibieron un cambio de nombre después de un encuentro significativo con Dios.
Esta semana hemos estado leyendo el libro de Isaías. Al llegar al capítulo 43 de Isaías, leemos más acerca de los nombres. El escritor de Isaías dice: «Pero ahora, así ha dicho el SEÑOR… “No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío”» (Isaías 43:1, RVR1960). ¡Qué maravilloso que el Dios del universo conozca mi nombre, y me diga que no tema porque le pertenezco!
Más adelante en este mismo capítulo, aprendemos que Dios promete estar con nosotras al pasar «por las aguas» y al andar por el fuego; Él nos dice… «no te quemarás» (v.2).
Y lo que Dios dice acerca de nosotros es incluso mejor. En el versículo 4, Él dice: «…tú eres de gran estima, y eres honorable, y yo te amo». Al pasar el día de hoy, y esta semana, recuerda que no debemos temer, ¡Él conoce nuestro nombre!
Isaías 43–44
Recientemente estuve con un grupo de mujeres comentaban acerca del nombre de cada una. Todas tenían una historia acerca del nombre que habían recibido, por quien habían sido llamadas así, y la razón de que habían recibido ese nombre. Una mujer sonrió cuando dijo que su primera hija había recibido un nombre familiar muy significativo, ¡mientras que su segunda hija fue nombrada en honor a su gato favorito de la infancia! En medio de risas y charlas, conversamos de algo aparentemente tan sencillo como el nombre de cada una. Es muy probable que usted tenga una historia similar cuando se trata del nombre que le dieron.
La Biblia también habla a menudo acerca de la importancia de un nombre. Dios a veces cambió el nombre de una persona cuando quiso transmitirle un mensaje específico. El nombre Abram fue cambiado por el de Abraham, como una señal de la promesa de que él sería el padre de muchas naciones (Génesis 17:5). El nombre Jacob fue cambiado por el de Israel como recordatorio del pacto con Dios (Génesis 32:28). Otros en la Biblia recibieron un cambio de nombre después de un encuentro significativo con Dios.
Esta semana hemos estado leyendo el libro de Isaías. Al llegar al capítulo 43 de Isaías, leemos más acerca de los nombres. El escritor de Isaías dice: «Pero ahora, así ha dicho el SEÑOR… “No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío”» (Isaías 43:1, RVR1960). ¡Qué maravilloso que el Dios del universo conozca mi nombre, y me diga que no tema porque le pertenezco!
Más adelante en este mismo capítulo, aprendemos que Dios promete estar con nosotras al pasar «por las aguas» y al andar por el fuego; Él nos dice… «no te quemarás» (v.2).
Y lo que Dios dice acerca de nosotros es incluso mejor. En el versículo 4, Él dice: «…tú eres de gran estima, y eres honorable, y yo te amo». Al pasar el día de hoy, y esta semana, recuerda que no debemos temer, ¡Él conoce nuestro nombre!
Scripture
About this Plan

Te invitamos a leer toda la Biblia en un año con mujeres de todo el mundo. Este plan incluye seis días de lectura y un día de reflexión por semana. Cada día incluye lecturas del Antiguo Testamento, El Nuevo Testamento, Salmos y Proverbios. Cada semana ofrece un breve devocional basado en las lecturas de esa semana, orientadas al corazón de una mujer. Descubre el poder transformador de la Palabra de Dios.
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