Persiguiendo La VerdadSample

Un pacto con Dios
2 Samuel 23:1-5

En este capítulo de 2 Samuel, vemos al rey David acercándose a su propia muerte. Aquí, el escribe su último salmo. ¿Qué habría pensado David cuando se dio cuenta que pronto se encontraría cara a cara con Dios?

El rey David pudo haber relatado muchas victorias. Posiblemente recordar cuando mató al gigante Goliat, o cuando huyó del rey Saúl, u otras victorias militares más. Pero, David seguramente se dio cuenta de que las buenas obras no le darían entrada al cielo.

Quizás el rey David recordó sus pecados. Quizás recordó haber visto a Betsabé bañándose y haberla traído a él. O cuando envió deliberadamente a Urías, esposo de Betsabé, al frente de la batalla para que muriera. Pero, David seguramente se dio cuenta que, por haber confesado su pecado, no le impediría entrar al cielo.

Lo que sabemos es que el rey David recordó el pacto eterno con Dios. Él dijo en
2 Samuel 23:5, dice:

«No es así mi casa para con Dios; sin embargo, él ha hecho conmigo pacto perpetuo, ordenado en todas las cosas, y será guardado, aunque todavía no haga él florecer toda mi salvación y mi deseo.»

Jesús, cuando fue crucificado y resucitó hiso un pacto con nosotros de una vez y para siempre. Estamos seguras porque sabemos que Él completó la obra. David además se pregunta: «Aunque todavía no haga él florecer toda mi salvación y mi deseo».

Jesús nos recuerda esto en 1 Corintios 11:25:

«Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.»

¡Podemos acercarnos a Dios confiadamente, sabiendo que su pacto con Él es Seguro!