Persiguiendo La VerdadSample

Dios se preocupa por nuestras pérdidas
Lucas 7:1-17
¿Alguna vez tuviste una pérdida profunda?
Alanna la tuvo. Ella ha enfrentado varias pérdidas en los últimos dos años: primero, su esposo, luego su papá y ahora su hijo. «¡No puedo más!» gritó mientras golpeaba su almohada. «¿Por qué, Dios? ¿Por qué?» Fueron sus palabras llenas de dolor y amargura. «¡Él era todo lo que me quedada! ¿Acaso no te importa?»
Con el rostro lleno de lagrimas, abrió la Biblia en Lucas 7. Con mucho asombró leyó la historia del milagro de resurrección del hijo de la viuda. «Joven, a ti te digo, ¡levántate! En ese momento, el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre» (Lucas 7:14-15).
Alanna sintió amargura. «¡Tal vez Dios no es real! Yo nunca he visto la manifestación de esto en mi vida. ¿Por qué no hiciste lo que te pedí?».
En ese momento sintió la voz del Espíritu Santo. «Tu hijo estuvo muerto; y también resucitó. Estuvo muerto espiritualmente. Pero yo contesté tus oraciones en el tiempo más oscuro de su vida y te lo devolví. Él me estaba sirviendo cuando lo traje a casa. Su amor y devoción fueron testimonio de una nueva vida a toda tu familia y amistades.»
Alanna, sintió paz. Su hijo falleció; pero no estaba muerto. El mismo poder de Dios que se manifestó en Nain y que resucitó al hijo de la viuda, llenó su corazón. Dios quiere aliviar tu dolor por cualquier pérdida que hayas sufrido en la vida. Pídeselo hoy.
¿Has algo por lo que estás afligida? Deja que la paz de Dios te llene. Pídele que cambie tu perspectiva de esa pérdida. Dios se p reocupa por ti y puede darte ese poder de resurrección para tu vida.
Lucas 7:1-17
¿Alguna vez tuviste una pérdida profunda?
Alanna la tuvo. Ella ha enfrentado varias pérdidas en los últimos dos años: primero, su esposo, luego su papá y ahora su hijo. «¡No puedo más!» gritó mientras golpeaba su almohada. «¿Por qué, Dios? ¿Por qué?» Fueron sus palabras llenas de dolor y amargura. «¡Él era todo lo que me quedada! ¿Acaso no te importa?»
Con el rostro lleno de lagrimas, abrió la Biblia en Lucas 7. Con mucho asombró leyó la historia del milagro de resurrección del hijo de la viuda. «Joven, a ti te digo, ¡levántate! En ese momento, el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre» (Lucas 7:14-15).
Alanna sintió amargura. «¡Tal vez Dios no es real! Yo nunca he visto la manifestación de esto en mi vida. ¿Por qué no hiciste lo que te pedí?».
En ese momento sintió la voz del Espíritu Santo. «Tu hijo estuvo muerto; y también resucitó. Estuvo muerto espiritualmente. Pero yo contesté tus oraciones en el tiempo más oscuro de su vida y te lo devolví. Él me estaba sirviendo cuando lo traje a casa. Su amor y devoción fueron testimonio de una nueva vida a toda tu familia y amistades.»
Alanna, sintió paz. Su hijo falleció; pero no estaba muerto. El mismo poder de Dios que se manifestó en Nain y que resucitó al hijo de la viuda, llenó su corazón. Dios quiere aliviar tu dolor por cualquier pérdida que hayas sufrido en la vida. Pídeselo hoy.
¿Has algo por lo que estás afligida? Deja que la paz de Dios te llene. Pídele que cambie tu perspectiva de esa pérdida. Dios se p reocupa por ti y puede darte ese poder de resurrección para tu vida.
Scripture
About this Plan

Te invitamos a leer toda la Biblia en un año con mujeres de todo el mundo. Este plan incluye seis días de lectura y un día de reflexión por semana. Cada día incluye lecturas del Antiguo Testamento, El Nuevo Testamento, Salmos y Proverbios. Cada semana ofrece un breve devocional basado en las lecturas de esa semana, orientadas al corazón de una mujer. Descubre el poder transformador de la Palabra de Dios.
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