[Serie Hechos] Imparables del evangelioSample

## Arrepentimiento, bautismo y oración Pastor Frank García En la región de Éfeso, Apolos, varón elocuente y poderoso en las Escrituras, hablaba todo lo referente al Señor Jesús, aunque solamente compartía acerca de lo que él había oído sobre el arrepentimiento. Sobre todo, el arrepentimiento de las malas decisiones que había tomado el pueblo de Dios al dejar de confiar en él y llevar una vida que no era agradable al Señor. Pablo llegó tiempo después a esa misma región, se encontró con algunos discípulos y les hizo preguntas para percibir cómo estaba su vida espiritual. Se dio cuenta que ellos necesitaban creer en Aquel que vendría después de Juan, es decir, en Jesús el Cristo. Por el contenido de la conversación, concluimos que ellos se habían quedado solo con las enseñanzas de Juan y habían olvidado lo que seguía después de arrepentirse de sus malos caminos. La Biblia dice que Pablo los llevó a dar los siguientes pasos: 1. Que creyeran en Jesús el Cristo, quien vino después de Juan el bautista. 2. Que se bautizaran en su nombre. Al oír esto creyeron, se bautizaron y oraron juntos. Pablo les impuso las manos y vino sobre ellos el Espíritu Santo. Era lo que necesitaban para convertirse en una iglesia con todas sus manifestaciones: hablar en lenguas, profetizar, ver milagros extraordinarios, sanidades y liberaciones. Responde Las enseñanzas siempre serán fundamentales y muy importantes en nuestra vida cristiana. Gracias a ellas aprendemos a arrepentirnos y decidimos dejar los caminos que no agradan al Señor. También aprendemos acerca del bautismo en agua, el cual sella y afirma a los que hemos decidido servir al Señor. Pero ¿sabías tú que es la oración unida a la enseñanza, la que define con quién estamos hablando, a quién estamos escuchando y de quién dependemos para que la unción del Espíritu de Dios se manifieste en nosotros? La oración revela los dones y las herramientas necesarias para compartir el mensaje y ministrar en la región donde el Señor nos envía a servirle. Oremos Dios, agradezco la Palabra que me has dado en todo este tiempo a través de predicaciones y enseñanzas. Permíteme conocer y entender los pasos para crecer en tus caminos y llegar con tu mensaje al lugar donde alguien lo necesita. Te pido que cada persona reciba tu Palabra y la ponga por obra. En el nombre de Jesús, AMÉN.