Reflexiones Bíblicas NavideñasMuestra

REFLEXIÓN

Jesús es la razón de esta celebración. Y este texto bíblico que leímos nos explica por qué esto es una verdad. ¡Navidad es Jesús! Primero, encontramos el concepto de “Él es el Verbo”: el Verbo hace referencia a Jesús, el hijo de Dios, y los versículos anteriores dejan claro que Jesús es Dios mismo, que estaba con Dios Padre desde el principio y que a través de Jesús todo fue creado. Segundo, nos dice que este Verbo “se hizo carne”. Esto quiere decir que Jesús decidió tomar forma de hombre. Se hizo como nosotros y además “habitó entre nosotros”, literalmente puso su casa entre las nuestras. Esto lo hizo porque Él no es un Dios lejano sino uno que se ha acercado para amarnos y tener una relación con nosotros.

Y tercero, dice que “hemos visto su Gloria” y que “es lleno de gracia y verdad”. Hemos visto la Gloria de Dios pues Jesús es la manifestación visible del Dios invisible y porque toda su grandeza es mostrada a través de lo que vino a hacer al mundo. ¡Esto es precisamente el evangelio! La “buena noticia” de que, aunque por nuestro pecado estamos separados de Dios, por gracia, si creemos en Él y nos arrepentimos, por gracia, perdona nuestros pecados y vive en nosotros. Que podamos poner nuestra confianza en Jesús, porque Él es la razón de esta celebración.

DESAFÍO

Cerrar los ojos y con sus propias palabras levanten una oración a Jesús reconociéndolo como el centro de su celebración. Independientemente de las circunstancias que hoy les rodeen (soledad o compañía, abundancia o escasez, comida sencilla o un gran banquete, alegría o nostalgia) céntrese en el Verbo quien se hizo hombre y pongan su confianza en Él.

ORACIÓN

Dios gracias porque durante estos días aprendemos, recordamos y reafirmamos quién eres tú. Gracias porque tu Hijo Jesús es la razón de la celebración de esta Navidad. Reconocemos nuestras fallas y el pecado que nos aleja de ti, pero hoy sabemos que por tu gracia somos perdonados. Te pedimos que, así como naciste hace dos mil años en un pesebre, hoy puedas nacer en nuestro corazón. Gracias por tu inmenso amor. Amén