Una Navidad ExtraordinariaMuestra

Del anhelo a la alabanza
Por Kristen Hollis
“Estando en Siló, Ana se levantó después de haber comido y bebido. Y a la vista del sacerdote Elí, que estaba sentado en su silla junto a la puerta del santuario del Señor, comenzó a orar al Señor con gran angustia y a llorar desconsoladamente. Entonces hizo esta promesa: «Señor de los Ejércitos, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya, y si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida y nunca se le cortará el cabello». Como Ana estuvo orando largo rato ante el Señor, Elí se fijó en su boca. Sus labios se movían, pero debido a que Ana oraba en voz baja, no se podía oír su voz. Elí pensó que estaba borracha, así que dijo:—¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? ¡Deja ya el vino! —No, mi señor; no he bebido vino ni cerveza. Soy solo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor. No me tome usted por una mala mujer. He pasado este tiempo orando debido a mi angustia y aflicción. —Vete en paz —respondió Elí—. Que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido. —Gracias. Ojalá favorezca usted siempre a esta sierva suya. Con esto, Ana se despidió y se fue a comer. Desde ese momento, su semblante cambió. Al día siguiente madrugaron y, después de adorar al Señor, volvieron a su casa en Ramá. Luego Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella. Ana concibió y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que le puso por nombre Samuel, pues dijo: «Al Señor se lo pedí». ”—1 Samuel 1:9–20 (NVI)
¿Alguna vez has sentido un anhelo tan profundo por algo—algo que pesaba tanto en tu corazón que no podías evitar llevárselo a Dios? Así es como encontramos a Ana. Año tras año, ella cargaba con el dolor de no poder tener hijos, derramando su alma ante el Señor entre lágrimas. Lo que parecía un acto común—una mujer orando en el templo—se convirtió en la chispa de algo extraordinario. Dios escuchó su clamor y le dio un hijo, Samuel, quien crecería para liderar una nación y ungir a los primeros reyes de Israel.
Siglos después, otra mujer levantó su voz en alabanza. María, una joven desconocida de Nazaret, fue elegida para llevar al Mesías. Su Magnificat en Lucas 1:46–45 hace eco del canto de Ana—ambas mujeres pasaron de la tristeza a la alegría, de la espera a la adoración. Sus historias nos recuerdan que Dios no está lejos de nuestros sentimientos. Él nos encuentra en nuestro dolor, nuestras esperanzas y nuestras oraciones, y las transforma en algo mucho más grande de lo que podemos imaginar.
Cuando llevamos nuestras emociones sinceras ante Dios y decidimos actuar con fe, Él toma esas expresiones comunes—nuestras lágrimas, oraciones y alabanzas—y las convierte en parte de su historia extraordinaria de redención.
Así que hoy, no escondas lo que sientes ni te detengas de hacer lo que Dios te pone en el corazón. Clama a Él. Cántale. Obedécelo. Él todavía se alegra en tomar las ofrendas sinceras de gente común y convertirlas en canciones de alabanza extraordinaria.
Ponlo en práctica: Medita
La meditación bíblica se trata de llenar tu mente con la Palabra de Dios, no de vaciarla. Práctica meditar en la Escritura leyéndola en familia o con amigos, de manera individual, en voz alta y en silencio. Deja que la Palabra de Dios empape tu mente y tu corazón, y luego ora la Escritura. Haz esto hoy con el canto de Ana en 1 Samuel 2:1–10.
Para la Familia
Idea Principal: Dios transforma nuestras oraciones sinceras y acciones fieles en una alabanza extraordinaria.
Pregunten Juntos:
- Cuando te sientes triste o realmente quieres algo, ¿cómo puedes hablar con Dios sobre eso como hizo Ana?
- ¿Cuál es una forma en la que puedes agradecer y alabar a Dios cuando Él responde tus oraciones?
Oración
Señor, gracias por encontrarme en cada sentimiento y en cada momento. Enséñame a confiar en Ti con mi corazón y a actuar con fe. Convierte mis oraciones en alabanza. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este devocional navideño de 25 días te invita a un viaje desde la esperanza hasta el Mesías, mientras dejamos que la verdadera historia de la llegada de Cristo transforme nuestros corazones. Cada día haremos una pausa, leeremos las Escrituras, reflexionaremos a la luz del evangelio y nos prepararemos no solo para una celebración, sino para el Dios extraordinario que lo cambia todo.
More
Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: resources.calvaryftl.org/espanol
Planes relacionados

El Taller Del Artista: Redefiniendo Tu Identidad en Cristo

La Verdad De Dios

Descubriendo el propósito de mi vida

Encontrando a Jesús

De la prueba al propósito

ADVIENTO

Nacidos para vencer el pecado

Encuentros con Jesús que cambian nuestra vida

Naciendo en Un Pesebre
