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Mas Amando a Dios con la MenteMuestra

Mas Amando a Dios con la Mente

DÍA 9 DE 12

A veces Dios es un enigma

A menudo, cuando nos convertimos en creyentes por primera vez, nuestra conversión es similar a la fiesta de cumpleaños de un niño. Hay muchos regalos, recuerdos de fiesta, pastel, celebración y afecto. Y, tal vez, pensamos: "¡Guau! ¡Conocer a Dios es como una gran fiesta! ¡¿Por qué no me convertí antes?!"

Pero, después de unos años, cuando llegamos a la adolescencia espiritual, la vida real comienza a presionarnos y exige nuestra atención. Ahora, hay expectativas puestas sobre nosotros, como obligaciones en la escuela y responsabilidades en el hogar. Luchamos contra la rebelión y anhelamos la autenticidad personal. La vida es más complicada y desconcertante. Ya no es simplemente una fiesta.

Esta imagen de crecimiento personal desde la infancia, pasando por la adolescencia, hasta la edad adulta es una metáfora del proceso de maduración espiritual y santificación. A veces, la etapa adolescente puede ser bastante turbulenta. Durante este período, tal vez nos decimos a nosotros mismos: "¡Guau! Si conocer a Dios es como llegar a la pubertad, granos, deseo abrumador e inseguridad personal, entonces ¿por qué me convertí?" Mientras buscamos la madurez en la adolescencia, Dios, a menudo, parece bastante enigmático, incluso hostil.

Afortunadamente, sin embargo, poseemos el libro de oraciones del antiguo Israel, que conoció su parte de experiencias enigmáticas con Dios. En los Salmos, somos testigos de su aflicción y aprendemos patrones de oración para la oscuridad y la perplejidad espirituales. Consideren cómo Israel se lamentó:

"¿Por qué?" – Cuando Dios no tiene sentido: "¿Por qué, oh Señor, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación?” (Sal 10:1)
"¿Cuánto tiempo? " – Cuando Dios se demora: "Mi alma también está muy angustiada; y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo?”(Sal 6:3)
"¿Dónde estás?" – Cuando Dios calla: "A ti clamo, oh Señor; roca mía, no seas sordo para conmigo, no sea que si guardas silencio hacia mí, venga a ser semejante a los que descienden a la fosa.”(Sal 28:1)

Cuando Dios nos parece incomprensible (inexplicable, desconcertante, impenetrable), cuando se demora (por aparente inacción, impedimento, contratiempo, interrupción), o cuando está en silencio (parece ignorarnos y rechazarnos o parecer insensible e impasible), sabemos que tales experiencias no son exclusivas de nosotros. Sabemos que los santos del Antiguo Testamento pasaron por pruebas similares.

Debemos escuchar atentamente sus oraciones y orar con ellos, aprendiendo también a pensar como ellos pensaron, en los momentos enigmáticos de nuestras vidas.

Acerca de este Plan

Mas Amando a Dios con la Mente

"AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE, Y CON TODA TU FUERZA". Jesús citó Deuteronomio 6:5 con respecto al "mandamiento más importante". Este es el segundo plan de una serie en la que aprenderás qué es amar a Dios con la mente por qué esto es tan importante y cómo hacerlo mejor.

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Nos gustaría agradecer a Richard Smith por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.centrokuyper.com