Íntimos De JesúsMuestra

Permanecer en su amor

“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor” (Juan 15:9–10 RVR1960).

Reflexión: La palabra “permanecer” suena sencilla… pero encierra una batalla diaria. Jesús no nos invitó a visitarlo de vez en cuando, ni a relacionarnos con Él en temporadas. Nos llamó a permanecer. Permanecer en su amor es más que sentirlo, es habitarlo. Es vivir sabiendo que somos amados, incluso cuando no lo sentimos. Es obedecer, incluso cuando cuesta. Es quedarnos, incluso cuando nuestra carne quiere huir.

El secreto de los íntimos es que no buscan emociones temporales, sino raíces profundas en su relación con Jesús. El que permanece en el amor del Maestro no necesita el aplauso del mundo ni la aprobación de los hombres. Encuentra su deleite en obedecer, porque conoce el corazón que lo manda.

Permanecer en su amor no se trata de perfección, sino de decisión. Una decisión diaria de amar, obedecer y estar cerca, aunque el alma esté en lucha. Y en esa permanencia se produce fruto… y una intimidad inquebrantable.

Preguntas de Reflexión: ¿Estoy viviendo como un visitante o como un habitante en el amor de Cristo?¿Qué me ha distraído o apartado de la permanencia en Él? ¿Obedezco a Jesús por temor, por costumbre o por amor? ¿Cómo puedo nutrir mi corazón para permanecer en comunión íntima con Él cada día? ¿Qué frutos visibles o invisibles estoy viendo como resultado de permanecer en su amor?

Oración: Jesús amado, quiero vivir en tu amor como en mi hogar permanente. Que no me conforme con visitas ocasionales, ni me aleje cuando no entienda. Enséñame a obedecerte con alegría y a confiar en tu amor incluso cuando la oscuridad me rodee. Que mi vida permanezca abrazada a Ti, siempre. Amén.

Desafío Práctico:

Escoge un versículo sobre el amor de Dios y escríbelo en una tarjeta. Llévala contigo durante el día y léela cada vez que te sientas débil, solo o tentado a alejarte. Que sea tu recordatorio para permanecer.