La urgencia de la tarea evangelística (Primera parte)

La lectura de hoy es la Sección 9 del Pacto de Lausana: La urgencia de la tarea evangelística. Lea aquí.

Más de 2.700 millones de personas, más de las dos terceras partes de la humanidad, no han sido evangelizadas todavía. Nos avergonzamos de que tantas personas hayan sido ignoradas; esto significa un reproche continuo a nosotros y a toda la iglesia. Sin embargo, hay actualmente, en muchas partes del mundo, una receptividad sin precedentes al Señor Jesucristo. Estamos convencidos de que éste es el momento para que las iglesias y las entidades paraeclesiales oren fervientemente por la salvación de los no alcanzados y lancen nuevos esfuerzos para lograr la evangelización del mundo.

1. Nota: Esta estadística era correcta en el momento de su publicación en julio de 1974 y se conserva aquí deliberadamente por motivos de fidelidad histórica. En julio de 2024, los investigadores creen que más de 3400 millones de personas siguen sin ser alcanzadas.

Pueblos no evangelizados

En el Congreso de Lausana de 1974, un «reloj de la población» marcó el tiempo desde la sesión inaugural hasta la oración de clausura. En esos diez días, la población mundial creció en aproximadamente 1,5 millones de personas. Detrás de las cifras se esconde una realidad preocupante: la gran mayoría del mundo sigue sin ser alcanzada por el evangelio. Esto es más que una estadística: es un llamado al arrepentimiento por no haber logrado alcanzar a esas personas.

Las palabras contundentes y los llamados conmovedores no bastan. La iglesia actuará solo cuando permitamos que los millones de personas no evangelizadas pesen profundamente en nuestra conciencia, conmuevan nuestros corazones con compasión y alimenten nuestras oraciones con un anhelo profundo y persistente.

Sin embargo, nuestro momento histórico está marcado no solo por una gran necesidad, sino también por una oportunidad sin precedentes. En muchos lugares, hay una renovada apertura al evangelio: un anhelo por escuchar la buena nueva de Jesucristo. Ahora hay más creyentes en más países que nunca.

Vivimos en una época de extraordinarias posibilidades para la evangelización mundial. La oportunidad está ante nosotros. Lo que se necesita son cristianos con visión para ver la cosecha, valentía para afrontar el desafío y compromiso de trabajar hasta que Cristo sea conocido entre todos los pueblos.

Reflexión:

¿Siente el peso de los que aún no han sido alcanzados lo suficiente como para orar, dar y actuar con urgencia?

Oración:

Señor, dame tu corazón para los no alcanzados y la valentía para actuar sin demora.