El Pacto De Lausana | Un Recorrido De 30 DíasMuestra

La responsabilidad social cristiana (Cuarta parte)
La lectura de hoy es una continuación de la Sección 5 del Pacto de Lausana: La responsabilidad social cristiana. Lea aquí .
Cuando las personas reciben a Cristo, nacen de nuevo a su reino y deben buscar no solo exhibir sino también difundir la justicia del reino en medio de un mundo inicuo. La salvación que decimos tener debería estar transformándonos en la totalidad de nuestras responsabilidades personales y sociales. La fe sin obras está muerta.
La doctrina del reino
La Sección 5 concluye con un fuerte desafío a todos los que han nacido de nuevo en el reino de Dios (Juan 1:12-13; 3:3, 5) y ahora viven como ciudadanos bajo su justo gobierno. Ser parte del reino significa más que simplemente reconocer a Cristo como Rey; significa someterse a su autoridad en cada área de la vida y buscar reflejar su carácter en el mundo. Tenemos la obligación de exhibir los justos estándares del reino en nuestra conducta, relaciones y prioridades.
Jesús enseñó en el Sermón del Monte que los miembros de su reino deben tener «hambre y sed de justicia» (Mateo 5:6) y mostrar una justicia que va mucho más allá del legalismo externo de los escribas y fariseos (Mateo 5:20). Esta no es una justicia que se basa en el mero cumplimiento de reglas, sino que proviene de un corazón transformado. También debemos buscar primeramente el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33), haciendo del gobierno de Dios y de su camino de vida el bien supremo al que dedicamos nuestra energía, tiempo y recursos.
Esta búsqueda no se trata solo de vivir según los valores del reino, sino también de trabajar activamente para difundir la justicia en un mundo injusto. Es la manifestación práctica de ser «la sal de la tierra» (Mateo 5:13): preservar lo bueno, reprimir lo corrupto y llevar el sabor de la gracia de Dios a todos los ámbitos de la vida.
Jesús no hizo distinción entre la salvación y el reino de Dios (Marcos 10:23-27; véase Isaías 52:7). Ser salvo es entrar en el reino, y esa salvación debe conducir a una transformación continua. Pablo instó a los creyentes a ser «transformados» (Romanos 12:2) y afirmó que «somos transformados... a su imagen» (2 Corintios 3:18). Esta transformación debería afectarnos por completo. Si no es así, debemos prestar atención a la advertencia: «La fe sin obras es estéril» (Santiago 2:20).
Reflexión:
¿Su vida refleja verdaderamente la justicia del reino de Dios en cada esfera de influencia?
Oración:
Señor, gobierna cada parte de mi vida y transfórmame para vivir y servir como un ciudadano fiel de tu reino.
Acerca de este Plan

Forjado en el Congreso Internacional de Evangelización Mundial de 1974, el Pacto de Lausana es una confesión de fe unificadora y un llamado convocante a la misión mundial. Arraigado en las Escrituras y moldeado por líderes de todos los continentes, ha inspirado a generaciones a colaborar por el bien del evangelio. En este plan de 30 días, explorará el Pacto y se sentirá atraído por la misión de Dios, que llama a toda la iglesia a llevar todo el evangelio a todo el mundo.
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Nos gustaría agradecer a Lausanne Movement por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: lausanne.org









