La naturaleza de la evangelización (Segunda parte)

La lectura de hoy es una continuación de la Sección 4 del Pacto de Lausana: La naturaleza de la evangelización. Lea aquí.

Nuestra presencia cristiana en el mundo es indispensable para la evangelización, al igual que esa clase de diálogo cuyo propósito es escuchar con sensibilidad a fin de comprender. Pero la evangelización en sí misma es la proclamación del Cristo histórico y bíblico como Salvador y Señor, con el fin de persuadir a las personas a acudir a él personalmente y así ser reconciliadas con Dios.

El preludio a la evangelización

La evangelización nunca ocurre en el vacío; siempre ocurre en un contexto real. Hay una situación que la precede y resultados que la siguen. El Pacto de Lausana habla de proclamación, presencia, diálogo y persuasión.

• En esencia, la evangelización es la proclamación del Jesús histórico y bíblico como Salvador y Señor. El único Jesús que podemos proclamar es el Jesús de la historia y el Jesús de las Escrituras: «nuestro Señor y Salvador Jesucristo» (2 Pedro 3:18). No podemos predicar fielmente su salvación sin predicar también su señorío, ni su señorío sin su salvación (1 Corintios 1:23; 2 Corintios 4:5).
• Pero ¿cómo podemos compartir a Cristo con la gente si no tenemos contacto con ella? La respuesta es simple: no podemos. La primera palabra de la Gran Comisión de Jesús no fue «prediquen», sino «vayan». Los evangelistas eficaces son aquellos que dan el paso para ir, para tener presencia en el mundo, poniéndose al lado de otros.
• Sin embargo, la presencia por sí sola no es suficiente. Estar presente no sustituye la proclamación. Debemos hablar la verdad sobre Cristo. El diálogo también es necesario. El verdadero diálogo significa hablar y escuchar con seriedad, interactuando con las personas de una manera que las respete, a la vez que presentamos fielmente el evangelio.
• En esto, el apóstol Pablo es un ejemplo poderoso. Entraba en el mundo de las personas, escuchaba atentamente y proclamaba con claridad a Jesucristo, «discutía acerca del reino de Dios, tratando de persuadirlos» (Hechos 19:8). Su enfoque nos recuerda que la evangelización implica tanto una relación genuina como un testimonio valiente, basado en la verdad de quién es Jesús y lo que ha hecho.

Reflexión:

¿De qué manera puede estar presente intencionalmente con otros esta semana mientras proclama claramente a Cristo?

Oración

Señor, ayúdame a ir a donde me envíes, a escuchar con compasión y a decir tu verdad con valentía y amor.