Todo Es en Él: 30 Días Redescubriendo Su Centralidad, Universalidad Y SupremacíaMuestra

Día 18 – Cristo y la justicia

Cuando Jesús habló del juicio final, no lo hizo en términos abstractos, sino en acciones concretas: dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar al preso, recibir al extranjero. Y lo más sorprendente es la identificación que hace: lo que hacemos al más pequeño, lo hacemos a Cristo mismo.

Esto nos revela que la universalidad de Cristo no es solo teológica, es práctica. Él se hace presente en el rostro del necesitado, del marginado, del vulnerable. El Reino no se mide por grandes discursos, sino por la justicia vivida en el día a día.

Los profetas del Antiguo Testamento lo repitieron incansablemente: Dios no se complace en rituales vacíos, sino en un pueblo que viva la justicia (Is 1:17; Am 5:24). Jesús encarna esa verdad y la lleva a su máxima expresión: no hay verdadera adoración a Cristo si ignoramos al Cristo que sufre en los más pequeños.

La justicia del Reino no es una ideología política ni un programa humano; es el reflejo del carácter de Cristo en su Iglesia. Significa vivir de manera que el amor se traduzca en actos visibles: compartir, hospedar, cuidar, defender. Significa reconocer que el Señorío de Cristo abarca cada esfera, desde lo espiritual hasta lo social.

Cuando la Iglesia se compromete con la justicia, está anticipando la reconciliación de todas las cosas en Cristo. Estamos mostrando que el evangelio no es indiferente al dolor humano, sino que responde con compasión, servicio y esperanza.

Oración

Señor Jesús, Rey justo, enséñame a verte en los rostros de los necesitados. Hazme sensible a tu presencia en los pequeños y despierta en mí un corazón que ame la justicia y la ponga en práctica. Amén.

Acción del día

Hoy hacé una acción deliberada de justicia: ayudá a alguien en necesidad material, defendé a quien es tratado injustamente o apoyá una causa que refleje el corazón de Cristo. Recordá: cada acto justo es un acto de adoración al Rey.