Todo Es en Él: 30 Días Redescubriendo Su Centralidad, Universalidad Y SupremacíaMuestra

Día 15 – Cristo y los pobres

Cuando Jesús inauguró su ministerio en la sinagoga de Nazaret, abrió el rollo de Isaías y leyó estas palabras: “El Espíritu del Señor está sobre mí... para dar buenas nuevas a los pobres.” No comenzó hablando de poder político, de estrategias de conquista ni de glorias terrenales. Su misión inició con los que menos tenían, con los olvidados de la sociedad.

El evangelio no es indiferente a la injusticia ni a la desigualdad. El Reino que Cristo trae no se edifica sobre la autosuficiencia de los poderosos, sino sobre la gracia que se derrama en los humildes. Santiago lo afirma con claridad: “¿No ha escogido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” (Stg 2:5).

La pobreza no es solo económica. Hay pobreza espiritual, emocional, relacional. Y el evangelio alcanza todas esas dimensiones. Jesús se acerca al que tiene hambre y al que tiene el corazón quebrantado; trae libertad al que está cautivo por cadenas visibles e invisibles.

Seguir a Cristo significa alinearnos con su misión. No podemos proclamar a un Cristo universal y al mismo tiempo ignorar al necesitado que tenemos delante. El evangelio se hace visible en el pan compartido, en la escucha al herido, en la defensa del vulnerable.

El Reino de Dios no se mide por templos majestuosos, sino por vidas transformadas en los lugares más oscuros y olvidados. Allí, en medio de la pobreza, brilla la gloria de Cristo con mayor fuerza, porque Él se identifica con los pequeños y los despreciados.

Oración

Señor Jesús, ungido para traer buenas noticias a los pobres, despertá en mí tu mismo corazón. Que no pase indiferente ante la necesidad, sino que viva como canal de tu compasión y tu justicia. Amén.

Acción del día

Hoy hacé un acto concreto de generosidad hacia alguien en necesidad: compartí alimento, tiempo, recursos o simplemente una palabra de ánimo. Recordá: servir al pobre es honrar a Cristo (Pr 14:31).