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¿Qué Nos Pasó En El Edén?- Psicología De La CaídaMuestra

¿Qué Nos Pasó En El Edén?- Psicología De La Caída

DÍA 22 DE 30

APERCIBIDOS ANTE LOS ATAQUES

La voz de Satanás, oscura como él y sibilina como la serpiente, fue más fuerte para la mujer que su sometimiento a La Voz por excelencia, la de Dios mismo y, como consecuencia, el enemigo ganó aquella batalla.

Eso sí, la guerra la ha ganado Otro, Cristo Jesús, el varón que regirá con vara de hierro y también nacido de mujer. Lo que vemos en Apocalipsis 12 no son sino los intentos desesperados de aquella serpiente antigua por usar lo que aún tiene en su mano –ya que no ha podido devorar a ese Hijo– para hacer el mayor daño posible mientras tenga tiempo a aquella mujer, en primer lugar, y a la descendencia de ella que aún puede tocar de alguna manera, «los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo». «¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo» –dice el versículo 12 del mismo capítulo.

Para el varón en el Edén, la voz que sobresalió sobre la de Dios fue la de su mujer, a la que puso en primer lugar.

  • No sería, entonces, una cuestión de liderazgo entre él y ella lo que fallaría aquí, sino hacia dónde apuntaron sus sentidos y voluntades cuando escucharon, por primera vez, esa voz diferente que no dejaría «títere con cabeza».
  • La Biblia describe a Satanás como un «león rugiente que anda alrededor buscando a quien devorar», otra expresión menos informal que la mía para enfatizar la misma cosa: que cuando un enemigo tiene intención real de hacer mal (¡y Satanás la tiene!), no apunta a ningún sitio que no sea la yugular u otro punto vital de sus víctimas. Eso es lo que sucedió allí en el Edén.

Me llama la atención, además, que cuando Dios habla alto y claro sobre algo, no tarda él en presentarse con su propia voz a «enmendarle la plana» y procurar que le otorguemos el poder, que es lo que realmente ha buscado desde el principio:

  • Lo hizo en el Edén («¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?»)
  • y repitió la «jugada», como buen estratega, también justo después de que tras el bautismo de Jesús se pronunciaran a cielo abierto algunas de las más sublimes palabras que nadie escuchó jamás: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia».

Capítulos más tarde, tras encontrarnos las mismas palabras, leemos este añadido: «A Él oíd».

Acerca de este Plan

¿Qué Nos Pasó En El Edén?- Psicología De La Caída

Lo sucedido en el Edén nos ha marcado como especie. Del disfrute absoluto en compañía del Creador al cataclismo total con consecuencias de muerte que aún sufrimos y se heredan… hasta que Él venga. Los principios destilados de la Creación son fundacionales para comprender mucho del carácter y la mente de Dios. Al mirar al primer hombre y la primera mujer, por otro lado, podemos entendernos un poco mejor a cada uno de nosotros. Como psicóloga además de cristiana, me parece apasionante, así que te animo a acompañarme de vuelta al Edén para reflexionar sobre qué pasó con nosotros allí.

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Nos gustaría agradecer a Lidia Martín por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linktr.ee/LIDIAMARTINPSICOLOGA