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¿Qué Nos Pasó En El Edén?- Psicología De La Caída

DÍA 24 DE 30

EL PELIGRO DE DISTORSIONAR EL RELATO

Llegó también el momento en que Adán tuvo que tomar su decisión sobre si seguir La Voz con mayúsculas o cualquier otra voz, en este caso la de su mujer, y ya sabemos cómo acaba la escena.

Cuando al hombre se le dice después «Por cuanto obedeciste la voz de tu mujer…», no creo que se le esté recriminando desestimar así su «liderazgo masculino», sino esa «sutil obviedad» mucho mayor que mencionábamos antes en el escenario serpiente-mujer: al darle peso a lo que su mujer le dijo y preferirlo, lo que hizo fue escoger otra voz distinta sobre la de Dios. Ese fue, creo, el verdadero problema: elegir la voz equivocada. Los dos lo hicieron. Tan de la misma «pasta» somos.

Al atender todo alrededor menos la voz de Dios (la serpiente, la voz del otro, y su propia voz cada cual) también se desatendieron mutuamente:

  • Ella no evaluó las implicaciones que tendría para ambos obedecer la voz de la serpiente y, por tanto, desobedecer a Dios.
  • Él no evaluó correctamente las que tendría darle más voz a ella que al Señor, y ambos caen en desgracia a partir de entonces.

La relación estaba rota, y no solo con Dios, sino entre ellos.

Ella convenció a Adán (por la acción de ella se facilitó el acto de él en cierta medida). Ahora bien, de ahí a decir las barbaridades que a veces se expresan al respecto (que le sedujo, le manipuló, etc.), va mucha imaginación y poco rigor hermenéutico. Cuando expresamos esto sin matices, muchos recrean en su cabeza una especie de réplica retorcida de la escena serpiente-mujer, asemejando la segunda tanto a la primera que pareciera que fueran la misma cosa, y nunca fue así.

Nada de lo que hiciera la mujer, quede claro, legitima o justifica la desobediencia de él, con lo que igual va siendo hora de rectificar bastante los discursos caricaturescos en los que a veces nos movemos.

No voy a ser yo tampoco la que defienda, por otro lado, a la primera mujer en lo que no tiene justificación ninguna. Quizá ciertos elementos pueden explicar algunas cosas (por ejemplo, lo sagaz que fue la serpiente en el diálogo con ella), pero nunca usarse para defender que lo que sucedió fuera una cuestión menor.

Ella debería haber creído a la voz de Dios, y no haberse dejado embaucar por otras voces. Exactamente igual que él.

Escrituras

Acerca de este Plan

¿Qué Nos Pasó En El Edén?- Psicología De La Caída

Lo sucedido en el Edén nos ha marcado como especie. Del disfrute absoluto en compañía del Creador al cataclismo total con consecuencias de muerte que aún sufrimos y se heredan… hasta que Él venga. Los principios destilados de la Creación son fundacionales para comprender mucho del carácter y la mente de Dios. Al mirar al primer hombre y la primera mujer, por otro lado, podemos entendernos un poco mejor a cada uno de nosotros. Como psicóloga además de cristiana, me parece apasionante, así que te animo a acompañarme de vuelta al Edén para reflexionar sobre qué pasó con nosotros allí.

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Nos gustaría agradecer a Lidia Martín por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linktr.ee/LIDIAMARTINPSICOLOGA