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¿Quién Es Este Hombre?

DÍA 1 DE 8

¿Quién es este hombre, que el mar y el viento le obedecen?

Iniciemos con este poema:

Un nombre sin igual, un nombre con poder.
Muchos decían: ¿Quién es este hombre, que el mar y el viento le obedecen?
¿Quién es aquel que sana a los enfermos, da vista a los ciegos,
levanta al paralítico y resucita muertos?

¿Quién es este hombre cuyo nombre, al ser pronunciado, hace huir a los demonios?
Los maestros de la ley tiemblan ante su presencia.
¿Quién es Él?

Su nacimiento fue profetizado.
Los antiguos anunciaron la llegada de un Rey,
el León de la tribu de Judá, el Admirable,
Padre Eterno, Dios Fuerte, Príncipe de Paz.

¿Quién es aquel que, en angustia y dolor, entregó su vida
por aquellos que lo juzgaron, lo golpearon,
lo traicionaron, lo azotaron,
lo entregaron como siervo?

Él dio su vida por voluntad propia,
para que tú y yo fuéramos salvos y rescatados.
Su madero cargó el peso del pecado,
su cruz fue el precio de sangre,
dando amor, perdón y salvación.

Todos le pertenecemos. Todos somos suyos. Fuimos rescatados.

¿Quién es este hombre, llamado por muchos el Nazareno, el Mesías, el Hijo del Hombre, el Cristo, el Rey de Reyes y Señor de Señores, El Buen Pastor, el Hijo de Dios?

¿Quién es este hombre?
Su nombre es Jesús.

Jesús había pasado el día enseñando y sanando. Al caer la tarde, decide cruzar el mar de Galilea con sus discípulos. El mar de Galilea es conocido por sus tormentas inesperadas, y efectivamente, una de ellas los sorprende. Las olas son tan violentas que los discípulos —varios de ellos pescadores experimentados— temen por su vida.

Mientras tanto, Jesús duerme. No por descuido, sino porque está perfectamente en paz. Cuando los discípulos lo despiertan desesperados, Él simplemente reprende al viento y al mar, y todo queda en una gran calma. La reacción de sus discípulos es asombro: «¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!».

Este pasaje es una poderosa declaración de la divinidad de Jesús. En el pensamiento judío, solo Dios tiene poder sobre los elementos naturales. Jesús no ora al Padre para que calme la tormenta —Él mismo la reprende. Como el Verbo por quien todo fue creado, la creación responde a su autoridad.

Su pregunta “¿Por qué teméis, hombres de poca fe?”, revela que Jesús no solo está interesado en resolver la situación externa, sino en formar el carácter interno de sus discípulos. Él los está guiando a reconocerlo como algo más que un maestro: como el soberano Creador presente con ellos en la barca.

  • (Jeremías 33:3. RVR1960) – “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” .
    En medio de la tormenta, la oración puede parecer silenciosa. Pero Dios responde a quienes claman. Esta promesa es un ancla en la incertidumbre.
  • (Hebreos 11:1. RVR1960) – “La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve".
    La fe no necesita cielos despejados para creer que el sol aún está allí. Jesús buscaba una fe que trasciende lo visible.
  • (Mateo 6:6 RVR1960) – “Ora a tu Padre... en secreto... te recompensará en público”.
    A veces las tempestades se calman en lo secreto, en el lugar donde nuestra fe se forma. La intimidad con Dios nos prepara para confiar cuando todo tiembla.
  • (Romanos 8:31. RVR1060) – “...Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”.
    No hay tormenta, enemigo, ni viento que pueda prevalecer si Cristo está en nuestra barca.
  • (Lucas 1:37 RVR1960) – “...Nada hay imposible para Dios” .
    Cuando el mar obedece su voz, todo lo imposible se redefine.
  • (Mateo 19:26 RVR1960) – “...Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible".
    La tormenta era insuperable... para ellos. Pero Jesús trae la perspectiva eterna: con Él, el pánico cede al poder.

Ahora, ¿Quién es este hombre, que el mar y el viento le obedecen? Pues es aquel que puede liberarte de toda tempestad, si solo crees.

Reflexión

Muchos vivimos rodeados de tormentas: financieras, emocionales, familiares o espirituales. Hay momentos donde pareciera que Jesús “duerme”, que no responde como esperábamos. Pero este relato nos enseña que su silencio no es ausencia. Él sigue presente y sigue teniendo dominio absoluto, aunque parezca tardar en intervenir. El problema no es la tormenta afuera, sino la tormenta en el corazón: el miedo, la duda, la desesperanza. Jesús quiere que lo reconozcamos como el Dios soberano, no solo cuando hay calma, sino especialmente cuando todo tiembla.

  1. ¿Qué tormentas enfrentas hoy?
  2. ¿Puedes ver a Jesús en tu barca, aunque parezca dormido?
  3. ¿Estás dispuesto a confiar, incluso antes de que se aclare el cielo?

Oración

Señor Jesús, muchas veces temo cuando las olas se levantan y no veo salida. Pero hoy recuerdo que Tú estás conmigo en medio de la tormenta. Ayúdame a creer, incluso cuando no entiendo. Calma mis miedos, como calmaste el mar. Que mi fe crezca al conocer quién eres realmente: Señor de la creación y de mi vida. Amén.

Acerca de este Plan

¿Quién Es Este Hombre?

Este plan de lectura invita a conocer a Jesús a través de los ojos de quienes lo vieron obrar, enseñar, perdonar y transformar vidas. A lo largo de siete días, cada encuentro con Él nos revelará una faceta de su identidad divina. ¿Quién es este Hombre para mí? Prepárate para redescubrirlo.

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Nos gustaría agradecer a Gian Carlo Maingón Vallejo y Casa de Oración Puerta del Cielo por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/jn_giancarlogc_/