Saetas BruñidasMuestra

Día 8: Ser un instrumento consagrado para siempre - (No solo ser usados, sino pertenecer por completo al Arquero)

No se trata solo de impactar el blanco. El verdadero propósito es ser del Arquero para siempre.

Dios no está buscando instrumentos temporales, brillantes por un momento y olvidados después. Él está buscando vasos consagrados, saetas eternas, hijos que no solo sirvan en un momento de gloria, sino que le pertenezcan por completo, aún cuando no estén siendo vistos, usados o aplaudidos.

Este último día es un sí eterno. Es el momento donde ya no luchas por posición ni plataforma, porque has entendido que ser suyo es más que suficiente. Que tu valor no está en cuántas veces te lanza, sino en que fuiste elegido para estar en Su aljaba, en Su mano, en Su corazón.

Tú no eres desechable. Eres consagrado. Y lo que es consagrado, no puede ser tocado por cualquiera. Dios quiere llevarte a una dimensión más alta: no solo usarte… sino sellarte como Suyo.

Preguntas para reflexionar:
¿Estoy dispuesta a ser de Dios incluso cuando no me use como yo espero?
¿He consagrado mi vida, mi propósito y mis dones completamente al Arquero?
¿Entiendo que mi mayor llamado no es servir, sino pertenecer?

Oración de consagración:

Padre amado, hoy te digo un “sí” más profundo. Ya no solo quiero ser solo útil… quiero ser tuyo. No solo quiero que me uses, quiero habitar en tu presencia, en tu voluntad, en tu amor.

Aunque nunca me vean, aunque nunca me reconozcan, yo ya fui elegida por Ti… y eso basta para vivir. Tómame como tu instrumento eterno, consagra mis palabras, mis pasos, mis pensamientos, mis sueños. Que esté en tu mano, que viva en tu fuego, que no me suelte nunca de Ti. Sella mi vida con tu nombre, porque yo soy tuya para siempre. En el nombre de Jesús, amén.

Kissenger Camargo