Saetas BruñidasMuestra

Día 6: El momento del lanzamiento - (Ser enviada por la mano de Dios)

Dios no bruñe una saeta para dejarla guardada para siempre. Después de la formación, la prueba y la espera… llega el momento del lanzamiento. Pero aquí es donde muchas se equivocan: se lanzan solas, sin dirección, sin tiempo, sin alineación con el cielo.

Una saeta que se lanza sin la mano del Valiente, solo se pierde en el viento.

Cuando Dios te lanza, lo hace con precisión. Él conoce el blanco, la dirección, la velocidad y el momento exacto. No hay error en Sus manos. Por eso, este momento no es solo emocionante… también es sagrado. No se trata de correr a cumplir un llamado, sino de ser enviado por obediencia y propósito eterno.

Tu parte es estar listo. La de Él es lanzarte.

• Una saeta enviada tiene un propósito, una misión y solo iremos donde el arquero (Jesús), quiere que vayamos, solo tienes que dejarte usar.

¿Estás dispuesto a salir del anonimato cuando Él lo diga, aunque te sientas pequeño?
A confiar en que no te está lanzando al vacío, sino al blanco perfecto.

Preguntas para reflexionar:
¿Estoy preparado para ser enviado por Dios, no por emoción, sino por convicción?
¿Qué temores o inseguridades surgen en mí ante el momento del lanzamiento?
¿Estoy dispuesto a dejar que sea solo Su mano la que me impulse?

Oración:

Señor,
Si tú me lanzas, yo voy. No quiero salir sin tu palabra, ni correr sin tu impulso. Quiero vivir alineado a tu corazón, ser una saeta obediente, no una impulsiva. Saca de mí el temor a fallar, el miedo al rechazo, la presión del “éxito”. Yo solo quiero llegar al blanco que tú elegiste para mí. Prepárame, y cuando sea tu tiempo, lánzame con fuerza, lánzame con propósito, lánzame con gloria.
En el nombre de Jesús, amén.