Saetas BruñidasMuestra

Día 4: El bruñido - (Pulido del carácter)

Después del fuego viene el pulido. Una etapa silenciosa, paciente, y a veces muy incómoda. El bruñido no se hace a golpes, sino con fricción, roce, constancia. Es un trabajo detallado, donde el Maestro empieza a trabajar en lo que nadie más ve: el carácter.

Aquí es donde Dios pule la impaciencia, el orgullo, la inseguridad, el miedo… Y empieza a formar en ti templanza, mansedumbre, humildad, dominio propio, y una obediencia profunda. No es una etapa pública. Muchas veces ni siquiera los demás notan lo que estás viviendo… pero tú sí lo sabes, y Dios también.

El bruñido no te hace más popular, te hace más parecido a Cristo. No busca hacerte brillar a ti, sino reflejar Su imagen. Cada rasguño que Dios alisa, cada aspereza que Él corrige, es una muestra de Su amor. Porque Él no quiere enviarte al blanco sin antes asegurarse de que estás listo.

Bruñir:

• Es procesar en el fuego, sacar brillo, Dios nos redime para convertirnos en instrumentos de guerra y adoración.
• La palabra "bruñida", que puede significar "brillante" o "pulida", no tiene una traducción directa única en hebreo, ya que el término dependería del contexto. Por ejemplo, la palabra hebraicaמְבֹרָק (m'vorák) se traduce como "brillante" o "pulido", y מֻבְרֶקֶת (muvréket) se refiere a algo "lustroso" o "pulido" Esto significa que somos pulidos, purificados, limpios, brillantes, algo que se ha probado o examinado antes para un propósito especifico.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué áreas de mi carácter siento que Dios está puliendo en esta temporada?
¿Estoy permitiendo que el proceso forme en mí la imagen de Cristo?
¿Cómo puedo rendirme más al trabajo detallado de Dios, incluso cuando nadie lo ve?

Oración:

Señor,
sé que me estás bruñendo. Aunque no todos lo vean, yo lo siento. Gracias por amarme tanto que no me dejas igual. Quita de mí todo lo que no te honra. Refina mis pensamientos, mis palabras, mis reacciones. Hazme manso, firme, fiel, y humilde. Que cada parte de mí refleje a Jesús. No tengo prisa por ser lanzado; prefiero estar listo en tus manos. Completa tu obra en mí, cumple tu propósito en mí.
En el nombre de Jesús, Amén