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El Príncipe Sin NombreMuestra

El Príncipe Sin Nombre

DÍA 9 DE 9

Él no volverá a mí

David dijo que el niño no volvería a él, sino que él iría hacia su hijo en el día de su muerte: ¡Yo iré a él, pero él no volverá a mí! Esta declaración refleja la realidad terrenal y humana de la separación definitiva causada por la muerte. Sin embargo, el Evangelio nos recuerda una verdad extraordinaria: Jesús, con Su muerte, no se fue definitivamente, sino que, al contrario, volvió a nosotros con Su resurrección. Podemos decir con gozo: ¡Él ha vuelto a mí!

La muerte y resurrección de Jesús representan el corazón de nuestra fe. Jesús no permaneció en la tumba, sino que volvió vivo, victorioso sobre la muerte y el pecado; en la tumba vacía se dijo: No está aquí, porque ha resucitado. No solo volvió a la vida, sino que, después de su ascensión al cielo, volvió también en el poder del Espíritu Santo, que envió sobre sus discípulos en Pentecostés, exactamente como había dicho: el Padre os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.

Y no solo eso, Jesús ha prometido volver físicamente al final de los tiempos para reinar como Rey de reyes y Señor de señores. De hecho, la Palabra nos dice que Jesús volverá de la misma manera en que los apóstoles lo vieron ir al cielo. Cuando regrese, establecerá un reino de justicia, paz y amor, como fue profetizado: El Señor reina para siempre; tu Dios, oh Sion, reina por todas las generaciones.

La historia de David y del niño nos recuerda el dolor de la separación que el pecado trae, pero en Cristo vemos el triunfo de la reconciliación y de la esperanza. Él ha vuelto a nosotros, nos ha dado el Espíritu Santo para guiarnos y consolarnos, y un día volverá otra vez para recoger a Sus hijos y reinar para siempre. Esta promesa nos da fuerza y alegría mientras proclamamos el nombre poderoso de Jesucristo, nuestro Salvador y Rey eterno.

Espero que esta historia te haya acercado más al corazón de Dios, dándote una nueva perspectiva de cómo Dios obra incluso en el sufrimiento y en las situaciones más dolorosas para cumplir Su plan de redención. El sufrimiento nunca está privado de significado en el diseño divino, y a través de la cruz de Cristo tenemos la certeza de la paz, la esperanza y la vida eterna. Su sufrimiento ha sido el más fructífero de la historia de la humanidad, Su sufrimiento ha sido nuestra salvación.

Dios te bendiga, Pastor Carmelo Orlando.

Acerca de este Plan

El Príncipe Sin Nombre

La historia de David, narrada en 2 Samuel 11 y 12, es una de las narraciones más profundas de la Biblia, pues nos muestra el poder del pecado y las consecuencias de las acciones humanas, pero sobre todo, la gran misericordia que Dios ha mostrado no solo a David y a todos los involucrados en el asunto, sino también, después de varios milenios, a nuestras vidas. Esta historia se centra en David, el rey de Israel, quien cayó en una serie de graves pecados, pero que encontró el camino del perdón mediante su sincero arrepentimiento.

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Nos gustaría agradecer a Carmelo Orlando por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.gesuilnazareno.org/it