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Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a SeguirMuestra

Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a Seguir

DÍA 2 DE 7

Día 2: La ira

Los hombres respondemos con ira a una amplia serie de problemas. En muchas ocasiones la ira es la primera respuesta automática. De hecho, la ira a menudo oculta las emociones que preferiríamos ocultar o no sabemos confrontar o no queremos sentir. Por ejemplo, puede ser que no estemos dispuestos a admitir el temor o la incompetencia, o a decir: «Me has herido». Así que nos enfadamos, gritamos con la voz en cuello o pegamos un portazo. Muchas veces la ira es una máscara que esconde lo que nos sentimos al fondo.

Puede describirse la ira como «una demanda bloqueada», que no es lo mismo que un deseo bloqueado. Un deseo insatisfecho produce decepción. Sin embargo, una demanda bloqueada tiende a producir un arrebato de ira porque una demanda no es negociable. No es una petición.

Y ahí está el problema. No tenemos derecho a exigir el cumplimiento de nuestras demandas.¿Quién soy yo? ¿El rey del imperio? Esto se refiere a «Su Majestad, el Bebé», es decir, cuando los adultos se comportan como niños mimados exigiendo todo lo que se les antoje.

Al enfrentar la ira, queremos identificar la demanda. ¿Qué es lo que exijo? ¿Por qué la necesito? Soltar la demanda disminuirá la ira, pero el desafío de renunciar a una demanda no negociable es tarea difícil y representa una lucha continua.

La ira puede expresarse de diversas maneras, como vemos en Génesis 2:25-3:13. La reacción airada de Adán a sus propias malas decisiones queda bien claro en Génesis 3:8-12.

Primero, algunas observaciones de Génesis 2:25-3:13:

Adán y Eva: eran desnudos pero sin vergüenza ninguna.

Adán y Eva: los dos oyeron a Dios venir y los dos fugaron de su presencia.

Al principio Adán era mudo y desenganchado; luego airado y explosivo.

Dios llamó a Adán (3:9; él es el responsable a pesar del papel instigador/animador de Eva).

«Tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.» (3:10) es profundamente revelador y una frase que debemos contemplar todos los hombres.

Aquí está la historia de los comienzos de la raza humanan que se incluye enteramente porque es fundamental a comprender nuestra experiencia cotidiana:

25 "En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero no se avergonzaban."
La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que preguntó a la mujer:
—¿Conque Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?
2 —Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—. 3 Pero en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese árbol ni lo toquen; de lo contrario, morirán”.
4 Pero la serpiente dijo a la mujer:
—¡No es cierto, no van a morir! 5 Dios sabe muy bien que cuando coman de ese árbol se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.
6 La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba con ella, y él también comió. 7 En ese momento los ojos de ambos fueron abiertos y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
8 Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles para que Dios no los viera. 9 Pero Dios el Señor llamó al hombre y dijo:
—¿Dónde estás?
10 El hombre contestó:
—Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.
11 —¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? —preguntó Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?
12 Él respondió:
—La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto y yo lo comí.
13 Entonces Dios el Señor preguntó a la mujer:
—¿Qué es lo que has hecho?
—La serpiente me engañó, y comí —contestó ella. (Génesis 2:25; 3:1-13 NVI)

Fíjate primero en el silencio y la abdicación de Adán. Dice el versículo 6 que Eva comió y dio a su esposo “que estaba con ella”. ¡Estaba con ella! Y no dice nada mientras su mundo se desmiga.

Luego, cuando el Señor le engancha, Adán se enoja y lanza un ataque pasivo/agresivo en contra de él y Eva. Su silencio anterior (3:1-6) estalló en una rabiosa campaña de autoprotección y autojustificación. La ira explosiva de Adán parece ser el resultado de su compromiso inquebrantable de torear la situación que él mismo ayudó a causar. Adán presenta una imagen triste pero clara de cómo nosotros, los hombres (y las mujeres), enfrentamos y, al mismo tiempo, evitamos los problemas en los que nos hallamos.

Al encarar el dolor del aborto, las relaciones dañadas y la misma pérdida, es importante rechazar la pasividad y la ira de Adán (dos caras de la misma moneda), dándonos cuenta de que Dios perdona, ama y desea restaurarnos.

Acerca de este Plan

Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a Seguir

Este plan bíblico de siete días está diseñado para ayudar a los hombres que están procesando su(s) experiencia(s) de aborto y a encontrar una identidad y esperanza renovadas en el amor y el perdón de Dios. Este plan está escrito por Sean Quinlan, pastor y defensor de clientes masculinos en Avail, una organización sin fines de lucro que existe para empoderar decisiones seguras y fomentar futuros de esperanza para aquellos que enfrentan embarazos no deseados, pasados y presentes.

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Nos gustaría agradecer a Avail por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.availnyc.org/es-mx/after-abortion-support?utm_source=youversion&utm_medium=referral&utm_content=after-abortion-spanish