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Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a SeguirMuestra

Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a Seguir

DÍA 4 DE 7

Día 4: Reconociendo la culpa y la vergüenza

Examinábamos brevemente la ira de Adán el día 2. Ahora, examinemos la culpa y la vergüenza.

La culpa y la vergüenza son parecidas, pero no idénticas. Ambas revelan remordimiento por un comportamiento o un acontecimiento. La culpa resulta de algo bueno que dejamos sin hacer o algo mal hecho, algo tan simple como olvidar telefonear a nuestra madre en su cumpleaños. Culpa.

La vergüenza, por otro lado, ataca nuestra autoestima. Es probable que la vergüenza sea lo que sintió el malvado rey en el libro de Daniel cuando escuchó que sus días estaban contados, que su reinado había terminado y que había «sido puesto en la balanza y no pesa lo que debería pesar.» (Dan. 5:27). Aquí hay unos ejemplos simples:

La culpa dice: «Hice una estupidez», o «Hice un mal trabajo», o «Perdí una oportunidad»

La vergüenza dice: «Qué imbécil yo soy», o «Soy un miserable», o «Soy una nada».

Después de darse cuenta de su desobediencia, Adán y Eva sintieron vergüenza, se cubrieron y se escondieron de Dios. La vergüenza, con su noción de que «soy torpe», nos impulsa a escondernos, a encubrirnos. Tememos la mirada crítica de los demás. Las hojas de higuera son un mecanismo que todavía usamos para cubrir nuestra desnudez. Las máscaras y las pretensiones están diseñadas para abrigar una fea realidad. Dios se coló a la fiesta de disfraces preguntando: «¿Dónde estás?».

En respuesta, Adán dijo: «Tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí» (Gén 3:10 NVI).

Las palabras de Adán captan claramente no solo sus sentimientos en ese momento, sino que también revelan el diagnóstico del Gran Médico sobre «la condición humana». La vergüenza, representada por la desnudez, la falsa impresión de que no somos nada, produce miedo y la fuga por cobertura. Fingimos. Actuamos. Nos escondemos tras pretensiones.

Mientras este relato (Génesis 2:25-3:13) parece un drama judicial, se ve claramente que el juez es misericordioso. Claro que hubo consecuencias por la mala decisión que tomaron los dos, pero también hubo perdón, gracia y misericordia. Al vestirles a Adán y Eva con pieles de animales, cubrió su vergüenza y los devolvió a la posición de honor que ocuparon antes (vea Lucas 15:22-24).

Pero para que todo esto sucediera, primero tuvieron que quitarse las hojas de higuera como dice el autor de Hebreos: «Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas» (Heb. 4:13 NVI).

Cuando dejamos de promover nuestros intentos propios, nos preparamos por un cambio personal. En Edén vemos el evangelio, las buenas nuevas que Jesús nos brinda. Si nos quitamos las máscaras y abandonamos las pretensiones, podemos experimentar el perdón de Dios.

La resaca de un aborto puede girar y torcer los pensamientos y sentimientos. Si los dejamos sin examinar, pueden nublar la realidad, atrasar nuestro desarrollo personal y frenar la mano de Dios.

Acerca de este Plan

Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a Seguir

Este plan bíblico de siete días está diseñado para ayudar a los hombres que están procesando su(s) experiencia(s) de aborto y a encontrar una identidad y esperanza renovadas en el amor y el perdón de Dios. Este plan está escrito por Sean Quinlan, pastor y defensor de clientes masculinos en Avail, una organización sin fines de lucro que existe para empoderar decisiones seguras y fomentar futuros de esperanza para aquellos que enfrentan embarazos no deseados, pasados y presentes.

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Nos gustaría agradecer a Avail por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.availnyc.org/es-mx/after-abortion-support?utm_source=youversion&utm_medium=referral&utm_content=after-abortion-spanish