Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a SeguirMuestra

Día 1: ¿Cómo te sientes de veras?

El enfrentamiento de los sentimientos puede resultar en aturdimiento.Los sentimientos son como las luces en el tablero del carro. No son los problemas, sino que indican que pasa algo.

Aguantar un aborto puede ser conmovedor, ya que menudo provoca una ráfaga de emociones. Los hombres pueden experimentar el aborto de maneras muy diferentes. Quizás nos encontramos desenganchados, deprimidos, culpables, aliviados, o incluso avergonzados de sentirnos aliviados. Sentir un giro de emociones, incluso algunas al mismo tiempo, es normal.

Es importante saber lo que nos sentimos porque las emociones no examinadas pueden enlazarnos como rehenes. Las emociones no nombradas no desaparecen mágicamente, sino que siguen vivas como cautivas en nuestro interior. Necesitamos lidiar con los sentimientos, aunque aturde mucho.

Identificar lo que realmente sentimos es como responder a las luces en el tablero. Hay que levantar el capó y examinar el motor a fondo. Comenzando con sentimientos básicos como el malestar, la tristeza, la ira o la falta de paz, hay que indagar y cuestionar. Indagar cómo se pela una cebolla, hay capa tras capa y cuestionar cómo policías siguen huellas. ¿Por qué me encuentro triste? ¿Qué me ha pasado? ¿Cuál fue el papel personal que jugué yo en esto?

Tienes permiso de sentir lo que sea. Eres un ser humano, lo que incluye tanto lo bueno como lo malo. Si te fijas en áreas negativas, puedes planear cambios en el futuro, pero por ahora, entender cómo te sientes después de un aborto es un buen comienzo. Hecho y derecho.

Las emociones no son realmente ni buenas ni malas, sino que nos hacen sentir bien o mal. Fíjate—que a veces podemos reaccionar con una muestra volátil de ira por un asunto pequeñito simplemente porque se nos ha arrebatado la tranquilidad. En cambio, podemos ser distantes e indiferentes ante un profundo sufrimiento humano simplemente porque no nos afecta personalmente. Una mirada franca en el espejo puede ser un poderoso puñetazo, pero por bien.

El libro de Salmos puede ser un recurso tremendo para navegar los sentimientos. Se ha dicho que «La Biblia nos habla; pero los Salmos hablan por nosotros». Los salmos presentan una gran gama de emociones y a algunas personas profundamente atribuladas que vencen las flechas de la vida. El Salmo 42 habla de aislamiento (v. 3-4), marginación (v. 6) y el ahogo (v. 7). Escribe:

"¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. (...)"
(Sal 42:5, 11; 43:5 RVR60)

Este salmo se destaca porque, en plena crisis, el autor habla consigo mismo reanimándose la fe y esperanza. El autor responde a la voz interior que le critica y en cambio, aboga a favor de una motivación positiva. Una voz sana y asertiva que cuestiona y contradice la voz que nos condena es un poderoso primer paso en el camino hacia el bienestar.

Conviene saber que las emociones no son el veredicto final; muchas veces no son ni siquiera verdad, como luces rotas por cortocircuito. Queremos encararlas, escudriñarlas y averiguar si contienen algo de verdad o no. De esta manera conoceremos la verdad, la verdad de cómo nos sentimos de veras, y la verdad nos hará libres.