Los Hombres Después Del Aborto: El Camino a SeguirMuestra

Día 5: Cómo nos ve Dios

Antes de llegar a «Cómo nos ve Dios», puede ser útil empezar por cómo nos vemos a nosotros mismos.

En momentos de crisis, como un aborto, podemos ser víctimas de alguna forma de pensamiento retorcido, y hay varias: catastrofismo, filtraje, personalización o «el deberismo». Estas «distorsiones cognitivas» aumentadas por una dosis innecesaria de vergüenza de Adán, nos pueden dejar trastornados.

Además de cuestionar los pensamientos negativos y refutar las ideas erróneas como se sugirió el día 1, aquí hay otra herramienta para corregir el pensamiento distorsionado.

Ahora, lo que voy a decir puede sonar muy cliché. Pero lo digo de todos modos. El Señor te ama.

Sí, lo dije. Y es verdad. Este es un ejemplo del amor de Dios que vemos en los Salmos:

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor. No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente. No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras iniquidades. Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra. Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente. Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos. Él conoce de qué hemos sido formados; recuerda que somos polvo. (Sal. 103:8-14 NVI).

A algunos, la mención del pecado y transgresiones les deja inquietos. Pero una lectura atenta indica que, aunque Dios señala la realidad del pecado, se ocupa de nosotros con compasión a pesar de ello y lo elimina como obstáculo en nuestra relación con él. No necesitamos escondernos ni encubrirnos. Él nos perdona y nos trata con misericordia a pesar de nuestras maldades.

Dado que la Biblia es la Palabra de Dios y expresa su punto de vista, es un gran alivio que no tengamos que fingir o jugar al inocente. Dios es compasivo y misericordioso, rebosante de amor y ofrece la única solución para nuestras iniquidades. Entonces, si Dios nos perdona, ¿por qué nos condenamos nosotros mismos? Dios sabe que somos humanos e imperfectos y nos ama de todos modos. Su amor supera su santidad.

El reverendo y respetado pastor Tim Keller lo dijo mejor que nadie. «Somos más pecaminosos y defectuosos de lo que nos atrevíamos a creer, pero más aceptados y amados de lo que nos atrevíamos a esperar». Tal es el asombroso amor de Dios por nosotros.

Después de un aborto es fácil avergonzarse y creer que Dios no quiere nada que ver con nosotros. ¡Mentira! La realidad que se ve en el Salmo 103 es que Dios nos ama sin condición, y el único pecado que nos aleja de Él es el rechazo de su gracia y misericordia.