Día 4 - Tercer Decreto: ¡Eres bendecido!

Miremos hoy, a la luz de la Palabra, lo que nos dice Proverbios 10:22: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (RVR1960).

Hoy vemos como abunda la pobreza, especialmente la espiritual. Cuando se habla de bendición, muchos piensan solo en bienes materiales, pero los hijos de Dios sabemos que la verdadera bendición trasciende lo material (Mateo 6:19-21).

Muchas personas se alejan de Dios cuando crecen económicamente, pues creen que ya no lo necesitan. Sin embargo, el dinero da una falsa seguridad, y todo puede perderse de un momento a otro (1 Timoteo 6:9-10).

La bendición de Jehová trae gozo, paz y fortaleza para afrontar la adversidad. En medio de la tempestad, podemos confiar en que Dios cuida de nosotros (Salmo 91:4). Jesús nos dice: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27 RVR1960).

Padre Bueno, te damos infinitas gracias por cada bendición que traes a nuestra vida; gracias porque en medio de la tempestad podemos sentir como nos cubres con tus alas de amor y guías nuestros pasos para salir de en medio de la turbulencia. En el nombre poderoso de Jesús queremos pedirte que nos ayudes a no poner la mirada en las cosas materiales y pasajeras que el enemigo ofrece para tratar de desviar nuestra fe; encamina siempre nuestros pasos y ayúdanos a seguir adelante mirando a la Cruz porque sabemos que allí el acta de los decretos que nos era contraria fue anulada y comenzamos a ser bendecidos con el obsequio de la salvación que nos das a través de Jesús. Guarda nuestro corazón para que nunca perdamos la calma y siempre miremos las grandes maravillas que haces en nuestra vida, amén.