7 Actitudes que Transforman tu Liderazgo: Una jornada de renovación para líderes de alto impactoMuestra

La negligencia.
Todos, en algún momento, hemos sido indiferentes, desidiosos o simplemente hemos dejado que la dejadez se apodere de nuestras acciones. Estas omisiones, aunque parezcan pequeñas, nos definen como negligentes: personas que descuidan lo verdaderamente importante y, por tanto, actúan con irresponsabilidad.
La negligencia no es solo una conducta; es una actitud. Y como hemos visto a lo largo de esta serie, la actitud lo es todo. Una actitud negligente es una disposición interna que nos lleva, voluntariamente, a restarle valor a lo que Dios nos ha confiado. Es una tendencia peligrosa que se infiltra en nuestras decisiones, paraliza nuestro avance y nos roba oportunidades.
La Biblia nos ofrece un ejemplo contundente. Cuando las tribus de Israel estaban al otro lado del Jordán, siete de las doce aún no habían tomado posesión de la tierra prometida. Josué, su líder, los confrontó con firmeza: «¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?» (Josué 18:3 RVR1960). Después de siglos de espera, estaban postergando lo que Dios ya les había entregado.
¿Te suena familiar? ¿Cuántas veces Dios te ha llamado a conquistar algo —un sueño, una promesa, una responsabilidad— y tú lo has postergado por indiferencia o temor? La negligencia espiritual nosólo retrasa nuestro propósito, sino que también menosprecia la victoria que Cristo ya ganó por nosotros.
Jesús también habló de la negligencia en la parábola de los talentos. Al siervo que escondió su talento por miedo y pereza, el Señor le dijo: «Siervo malo y negligente... Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado» (Mateo 25:26, 28-29 RVR1960). La negligencia no solo impide el crecimiento, sino que termina en pérdida.
Líder: ¿ves la diferencia entre diligencia y negligencia? La actitud marca la diferencia. La negligencia es una señal de que hemos dejado de valorar lo que Dios nos ha confiado. Hoy es el día para despertar, tomar responsabilidad y avanzar con diligencia hacia lo que Él ya ha preparado para ti.
Acerca de este Plan

Un devocional de 7 días para líderes que desean transformar su liderazgo desde el corazón. Reflexiona sobre actitudes como la soberbia, la arrogancia, la autovictimización, la negligencia, el prejuicio y el menosprecio, y aprende a liderar con el carácter de Cristo. Ideal para quienes buscan un liderazgo único, espiritual y de alto impacto.
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Nos gustaría agradecer a ELAI: Escuela de Liderazgo de Alto Impacto por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: elaiuniversity.org