7 Actitudes que Transforman tu Liderazgo: Una jornada de renovación para líderes de alto impactoMuestra

La autovictimización.
El carácter de un líder se forja, entre otras cosas, en la medida en que asume responsabilidad frente a sus compromisos. También se revela en la forma en que enfrenta los desafíos cotidianos, que —vale decir— nunca desaparecen del todo.
En momentos de presión, es natural buscar vías de escape. Sin embargo, una de las más peligrosas es la actitud de victimización. Esta postura, aunque común, es una de las señales más claras de inmadurez en el liderazgo y de un carácter aún en formación.
Evitar las crisis no las resuelve; solo genera frustración, estancamiento y un ciclo interminable de excusas. La victimización se convierte en un muro difícil de derribar cuando se arraiga en la mente. A lo largo de los años, he visto a muchas personas con talento, visión y recursos detenerse por completo, no por falta de capacidad, sino por una actitud que las empuja a rendirse antes de tiempo.
La autovictimización es un patrón en el que la persona se percibe como víctima constante de las circunstancias, de otros o incluso de la vida misma. Esta mentalidad produce líderes que viven a la defensiva, culpan a los demás por sus fracasos y evitan asumir la responsabilidad de sus decisiones. En lugar de buscar soluciones, buscan compasión. En lugar de avanzar, se estancan. Y lo más doloroso: agotan emocionalmente a quienes los rodean.
La Biblia está llena de ejemplos de personas que recurrieron a la victimización para evadir su responsabilidad. Adán, confrontado por Dios, culpó a Eva: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí» (Génesis 3:12 RVR1960). Aarón, al ser reprendido por Moisés por haber hecho un becerro de oro, se excusó diciendo que el pueblo se lo exigió (Éxodo 32:22-24). Saúl, al ofrecer un sacrificio que no le correspondía, justificó su desobediencia culpando a la tardanza de Samuel y a la presión del pueblo (1 Samuel 13:11-12).
Podríamos poner nuestros propios nombres en esta lista. Todos, en algún momento, hemos esquivado la responsabilidad y nos hemos refugiado en la autocompasión para justificar nuestras fallas. Pero el verdadero liderazgo no se construye desde la excusa, sino desde la entrega.
Jesús, nuestro mayor ejemplo, tuvo todas las razones para evitar el sufrimiento. Cuando la multitud quiso hacerlo rey, se apartó. No buscó la gloria humana. En lugar de victimizarse, eligió la cruz. Asumió la responsabilidad de nuestra redención con valentía, amor y obediencia.
Líder: reconoce esta actitud en ti si está presente, y trabaja con urgencia para erradicarla. La autocompasión mal dirigida paraliza, pero la responsabilidad personal libera. Solo cuando dejamos de vernos como víctimas y comenzamos a actuar como siervos, podemos avanzar hacia un liderazgo de alto impacto.
Acerca de este Plan

Un devocional de 7 días para líderes que desean transformar su liderazgo desde el corazón. Reflexiona sobre actitudes como la soberbia, la arrogancia, la autovictimización, la negligencia, el prejuicio y el menosprecio, y aprende a liderar con el carácter de Cristo. Ideal para quienes buscan un liderazgo único, espiritual y de alto impacto.
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Nos gustaría agradecer a ELAI: Escuela de Liderazgo de Alto Impacto por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: elaiuniversity.org