Aprendiendo a juzgar correctamenteMuestra

¿Acostumbras a juzgar y criticar a otros?
"No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no hechas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:1-5).
Este es uno de los textos más tergiversados en la Biblia. Muchas veces se aplica fuera de su contexto para condenar todo tipo crítica o cuestionamiento. Muchas personas citan este versículo para condenar a cualquiera que critique las doctrinas o prácticas religiosas de otros. Muchos usan este pasaje para decir que nunca se debe evaluar, desaprobar o corregir las acciones de los demás.
Al entender este pasaje de esta manera, se cometen tres errores.
- En primer lugar, malinterpretar las enseñanzas de Jesús. Él no dijo: "nunca juzgues", sino que nos advierte que cuando juzgamos a los demás, hay consecuencias al respecto.
- En segundo lugar, ignorar el contexto en que Jesús expone esa enseñanza. Esta declaración viene justo antes de las instrucciones que Jesús comparte acerca de la forma correcta en la que debemos juzgar a los demás. De esta forma ignoramos la verdadera amonestación de Jesús contra el juicio a otros, que tiene que ver con el juicio hipócrita o superficial.
- En tercer lugar, ignorar las otras enseñanzas de Jesús sobre el juzgar. Las otras enseñanzas de Jesús, como Juan 7:24, nos indican explícitamente que el juicio, cuando se hace de la manera correcta, es necesario y útil. No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio (Juan 7:24).
Contexto de la prohibición de juzgar con que amonesta Jesús
El significado más básico del término bíblico juzgar es de separar o dividir, como distinguiendo una cosa de la otra. El término "juzgar" puede significar decidir, opinar, creer, considerar, afirmar después de comparar. Lo que significa realmente, en el contexto de Mateo 7:1-5, es que no debemos juzgar los motivos internos de los demás, en el sentido de condenarlos. Dios no nos prohíbe que juzguemos las acciones buenas o malas; pero si la actitud con que lo hacemos.
Por eso, debemos fijarnos en el contexto del pasaje para entender cuál es el significado que lleva esta enseñanza. El contexto determina el significado específico.
Jesús ha estado enseñando dentro del contexto de los líderes religiosos de Israel y la forma en que practicaban su justicia (Mateo 5:20-21). Jesús llamó hipócritas a los que oraban o ayunaban para llamar la atención de los demás. Los religiosos del tiempo de Jesús hacían cosas buenas con el fin de ganarse la aprobación de los demás. Además, juzgaban según su propio estándar, el cual ellos mismos no cumplían.
Los líderes religiosos hacían sus acciones buscando la aprobación y las alabanzas de los otros; pero, además, menospreciaban a aquellos que hacían algo diferente a lo que ellos mismos pensaban que se debía hacer. De esta forma practicaban una religión falsa, basada en el orgullo, el legalismo, el miedo al juicio, en lugar del amor y la humildad.
Bajo ese contexto, Jesús les dijo a los judíos que lo seguían que no juzgaran injustamente a los demás para que ellos no fueran juzgados injustamente también.
Contra lo que Jesús amonestaba era la actitud carente de amor, hipócrita y arrogante al hacer juicio, al punto de querer ocupar el lugar de Dios como juez.
¿Acostumbras juzgar y criticar a otros?
¿Cuál es la medida que usas para juzgar?
Puntos clave:
- Jesús no condena el juzgar, sino hacerlo en forma hipócrita.
- El juzgar trae consecuencias.
Acerca de este Plan

¿Hay una forma correcta de juzgar a la luz de la palabra de Dios? El juzgar es un tema delicado. Un consejo se puede tomar como una crítica. Mateo 7 dicta unas pautas para juzgar correctamente. Jesús nos dice que necesitamos sacar la viga de nuestro ojo (evaluarnos y corregirnos) y después podemos juzgar a otro. También es importante hacerlo con amor y para el bien de los demás.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com