Aprendiendo a juzgar correctamenteMuestra

Juzgando con sabiduría – parte I

¿Cómo puedo aplicar hoy las enseñanzas de Jesús sobre el juicio a mi vida?

Jesús no condena la valoración de los demás. Mateo 7 muestra claramente que Jesús no condena la evaluación de los demás. Tenemos que discernir entre el bien y el mal, y entre las personas que hacen las cosas de Dios y las que caminan en el error.

En el versículo 6 (Mateo 7), Jesús exige juicio sobre las personas que escuchan el evangelio y lo rechazan. A tales personas los representa con los "cerdos" y los "perros". Él exhorta a discriminar entre quienes obedecen a Dios y quienes se comportan como los perros o los cerdos. Adicionalmente, del versículo 15 al 20, enseña acerca de juzgar con sabiduría a los maestros por sus frutos (ver Mateo 16:6,11-12).

Al leer Mateo 7: 6,15 podemos observar que Jesús advierte acerca malgastar la enseñanza santa con los que ya la rechazan obstinadamente, y de los falsos profetas.No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen... Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

El hecho que incluya situaciones en los cuales es necesario distinguir y discernir quienes son “perros”, “cerdos" y “falsos profetas", nos dice que es importante ejercer algún tipo de sabiduría al hacer juicio.

Los discípulos de Jesús son exhortados en las Escrituras a juzgar. A veces alguien en la iglesia tendrá que juzgar a otros hermanos para resolver problemas (1 Corintios 6:1-5). En general, todos debemos juzgar todas las cosas, reteniendo lo bueno y rechazando lo malo (1 Tesalonicenses 5:21-22). Pero para discernir entre lo bueno y lo malo es necesario crecer espiritualmente (Hebreos 5:12-14). Las personas que son incapaces de juzgar quedan como niños, como personas carnales (1 Corintios 3:1).

Ahora, el propósito del juicio que Dios requiere de nosotros no es condenar a nadie a un castigo, sino evitar el pecado y ayudar a otros también a ser libres del mal.

Hay una forma correcta y otra incorrecta de juzgar. Es apropiado juzgar, sacar conclusiones correctas, pero no en base a lo superficial o con hipocresía. Hay una responsabilidad para los creyentes de ejercer juicio, pero con justicia, amor y sabiduría.

¿Cómo están tus sentidos espirituales para discernir el bien del mal?

Puntos clave:

• Como creyentes somos llamados a ejercer juicio para discriminar el bien del mal.
• No inviertas tiempo amonestando a los perros y a los cerdos.