Aprendiendo a juzgar correctamenteMuestra

Juzgando con sabiduría – parte II
¿Cómo puedo aplicar hoy las enseñanzas de Jesús sobre el juicio a mi vida?
- No juzgues hipócritamente
Antes de hablar una verdad correctiva a nuestro hermano, debemos examinar nuestro propio corazón para identificar prejuicios y motivos incorrectos (Mateo 7:5). ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Al juzgar a otros con hipocresía, uno se condena a sí mismo (Romanos 2:1-3). Recuerda, además, que tus juicios más duros a menudo revelan tus debilidades más profundas.
- No juzgues superficialmente (con ligereza)
El juicio debe ir más allá que las apariencias externas. No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio (Juan 7:24).
El juicio debe ser directamente relacionado a la verdad (Juan 8:15-16). Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
- No juzgues desinteresadamente
Juzga interesado en llegar al corazón, sabiendo que solo el Señor lo conoce y lo cambia. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios (1 Corintios 4:5).
- Juzga interesado en la misericordia. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio (Santiago 2:12-13).
- Juzga interesado en la restauración. Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo (Gálatas 6:1-2).
Toda confrontación de pecado en otros debe hacerse en mansedumbre, no en orgullo. No podemos representar el papel de juez: sentenciar como si fuéramos Dios. No podemos representar el papel del superior, como si estuviéramos exentos de las mismas faltas o normas que exigimos de otros.
¿Cómo es la forma en que juzgas a otros?
Puntos clave:
- Debemos evitar juzgar hipócritamente.
- Debemos evitar juzgar superficialmente.
- Debemos juzgar con misericordia y buscando la restauración de la persona.
Acerca de este Plan

¿Hay una forma correcta de juzgar a la luz de la palabra de Dios? El juzgar es un tema delicado. Un consejo se puede tomar como una crítica. Mateo 7 dicta unas pautas para juzgar correctamente. Jesús nos dice que necesitamos sacar la viga de nuestro ojo (evaluarnos y corregirnos) y después podemos juzgar a otro. También es importante hacerlo con amor y para el bien de los demás.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com