Una vida de intimidad con DiosMuestra

¿Es posible un avivamiento?

“¡Oh, si irrumpieras desde el cielo y descendieras!... Cuando descendiste hace mucho tiempo, hiciste obras temibles, por encima de nuestras mayores expectativas...”, Isaías 64:1-3 (NTV).

Algunos se oponen a la idea de avivamiento por pasajes como Mateo 24:9-12: “...en todo el mundo los odiarán...Y muchos se apartarán de mí...Y aparecerán muchos falsos profetas y...abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará”, NTV. O, 2ª Timoteo 3:1-2: “...en los últimos días, habrá tiempos muy difíciles...la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes...y malagradecidos. No considerarán nada sagrado...”, NTV.

Estos pasajes no invalidan el avivamiento sino que muestran cuán necesarios son frente al mundo, la carne y el diablo. De hecho, muchísimos avivamientos experimentados por los seguidores del Señor ocurrieron luego de que estas palabras fueran escritas. Pensemos juntos: ¿cuándo nació la iglesia? ¿Fue en un período de paz y bonanza? ¿No fue más bien en un período tenebroso de injusticias y opresión? Justamente por el crecimiento del mal necesitamos la intervención de Dios cuidando a su iglesia, rescatando a los perdidos y vindicando los derechos que le pertenecen.

La historia bíblica muestra que la agonizante súplica del hombre ha llevado a la irrupción de Dios para salvar, rescatar, sanar o redimir aquello que no tenía esperanza alguna. El Dios de los profetas y santos del Antiguo Testamento es el Dios de los avivamientos durante la presente época.

Si sugerimos que no puede haber avivamiento, ¿acaso estamos sugiriendo que Dios le dará el monopolio de lo sobrenatural al diablo? ¿Acaso pensamos que el Señor Todopoderoso no obrará y que nosotros, como descendientes de Abraham por la fe, deberemos esconder las ‘varas’ mientras los hechiceros de Egipto hacen sus encantamientos? ¿No se esperaría que los hijos de Dios se manifestaran, tal como dice Romanos 8:19: “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”, VRV?

Cuando el Espíritu Santo comienza a moverse con poder, ciertamente aparecerán los enemigos, tanto dentro como fuera de la iglesia. Así fue en el tiempo de Jesucristo. Cada vez que él aplicaba la Palabra en el poder del Espíritu a la conciencia de sus oyentes, generaba transformación a la vez que surgía oposición.

Nada más poderoso para evitar la caída espiritual y avivar el fuego en una iglesia tibia que un despertar poderoso del Espíritu Santo. ¡Oremos por un avivamiento!