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Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 296 DE 365

Experimenta a Dios

“Yo estoy contigo y te protegeré... No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido...”, Génesis 28:13-15 (NTV).

La vida de Jacob ilustra la corrupción absoluta de la naturaleza humana. Antes del nacimiento luchaba con su hermano en el vientre de su madre, Génesis 25:22. En el nacimiento salió “agarrado con una mano al talón de Esaú”, Génesis 25:26 (NTV). Después lo vemos dando honor a su hombre: “el que suplanta”. Tomó del talón a su hermano, luego le arrebató la primogenitura y la bendición de su padre. Su vida hubiera seguido la ruta del engaño, a no ser por su encuentro con Dios. El Señor se le apareció por primera vez y le dijo: “Yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas... No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido...”, Génesis 28:15 (NTV). Aunque Jacob nació y vivió en ‘cuna cristiana’ su vida cambió el día en que tuvo su propia experiencia con Dios.

¿Ves la enseñanza? La influencia de su abuelo, el padre de la fe, y la de su padre, el que acostumbraba a caminar con Dios por las tardes, no fueron suficientes para que Jacob tuviera una vida piadosa. La transformación comenzó el día en que él mismo tuvo su experiencia personal con Dios. ¡Qué gran lección! Nacer en un hogar cristiano no hace cristiana a una persona. Lo que necesitamos de manera urgente no es información acerca de Dios sino una vivencia real y personal con Él. La comunión con Dios se volvió vital para Jacob. Su pasión por Dios lo llevó a luchar por su bendición y Dios le cambió el nombre por Israel, ‘el que lucha con Dios’. Al comienzo de la vida Jacob agarró a Esaú del talón, pero después de su experiencia en Betel Jacob ‘agarró’ a Dios y nunca más lo abandonó. Terminó sus días en absoluta dependencia del Señor, al punto de no dar ni un paso en dirección a su hijo José que lo llamaba desde Egipto, hasta que no tuviera la aprobación del Señor.

Qué diferencia con aquel Jacob que ‘obligó a Dios’ a seguirlo en el desierto de sus propios planes y errores. El nuevo Jacob somete sus deseos y proyectos a la aprobación de Dios antes de ejecutarlos. ¿Se ha revelado Dios a tu vida alguna vez? ¿Has tenido un encuentro real y personal con Cristo? Procura ese encuentro transformador, ¡tu vida no será la misma a partir de ese grandioso día!

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/