Una vida de intimidad con DiosMuestra

Dios pelea por ti

Dios siempre honra la fe de quienes piden su ayuda. El pueblo clamó y Dios hizo que pasaran el mar en tierra seca, Éxodo 15:19. Los israelitas vencieron muchas de sus batallas sin perder un solo hombre. Escaparon de Egipto sin desenvainar una espada y, en una oportunidad, Dios envió granizo del cielo para derrotar al enemigo, Josué 10:11. Él Señor peleaba por su pueblo y también proveía para sus necesidades. Dios “hizo que lloviera maná... del cielo...” (Salmo 78:24, NTV) e “hizo salir agua de la roca sólida”, Deuteronomio 8:15 (PDT). Ánimo, el Dios de Israel también es el nuestro. ¿Estás en problemas? Inclínate y ora. ¿Son invencibles los gigantes que merodean tu casa? Si le entregas esta batalla al Señor, el General de los ejércitos peleará por ti.

Recordemos a Sansón. Un día mató a mil filisteos con la quijada de un burro. Al sitio donde esto ocurrió le puso por nombre “Colina de la Quijada”. Tan orgulloso se sentía por su proeza que levantó un memorial a su propio nombre y se cantó una canción a sí mismo, Jueces 15:16. “Después... tuvo mucha sed y clamó al SEÑOR... Entonces Dios hizo que brotara agua a chorros de un hoyo en el suelo... Luego llamó a ese lugar Enacore Manantial del que Clamó...”, Jueces 15:17-19 (NTV, BAD). Sansón rectificó su error. Cambió el nombre por Manantial del que clamó, manifestando su dependencia de Dios.

¡Cobra ánimo! Si Dios abrió un manantial para Sansón también puede hacerlo para ti. De hecho es Dios quien abre muchos manantiales de consuelo, fortaleza y todo tipo de recursos para aquellos que acuden a Él con fe. Solo Dios es capaz de abrir ríos en lugares secos, Isaías 41:18.

Los memoriales siempre deben ser en honor a Dios. Abraham levantó un memorial a Dios cuando hizo provisión en lugar de su hijo: “Le puso por nombre... Yahveh-jireh... que significa... “El Señor provee”, Génesis 22:14 (BAD y NTV). Gedeón “construyó un altar al SEÑOR... Yahveh-shalom, que significa “el SEÑOR es paz”, Jueces 6:24 (NTV). ¿No será hora de que levantemos también nosotros un memorial en honor de aquel que siempre nos ayuda?

“Amado Señor, hoy levanto un memorial en tu honor. Con gratitud reconozco todas las veces en que fuiste mi ayudador. Abriste manantiales de consuelo cada vez que lo necesité. Sé que peleas por mí. Te entrego mis batallas del día de hoy y celebro por anticipado tu victoria, en el poder de Cristo Jesús, amén”.