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Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 262 DE 365

Felicidad y larga vida

“...Es mejor obedecer y respetar a Dios, Eclesiastés 8:12 (PDT).

¿Es posible vivir menos de lo que Dios ha pensado para nosotros? Claro que sí. El pecado tiene el poder de acortar la vida. Dios tenía pensado para Moisés un ministerio más largo y una vida más extensa. Pero el pecado lo arruinó. “Cuando murió, tenía ciento veinte años, gozaba de buena salud y la vista... no le fallaba, Deuteronomio 34:7 (TLA). Moisés murió, no de viejo o por problemas de salud, ¡murió por desobediente! Una enfermedad puede ser el resultado de vivir en este mundo caído, pero también la consecuencia de un problema espiritual. Cuando el origen de tu enfermedad es espiritual, ningún médico podrá ayudarte. Si Herodes no hubiera pecado, Dios no le hubiera enviado una enfermedad de muerte. El origen de su padecimiento era espiritual: “Herodes no dio honra a Dios. Por eso... hizo que se enfermara y murió devorado por los gusanos, Hechos 12:23 (PDT).

Lo mismo sucedió con Elí y sus hijos, quienes no quisieron arrepentirse de sus pecados. Dios dijo: “...Todos los miembros de tu familia morirán antes de tiempo; ninguno llegará a viejo...”, 1º Samuel 2:31 (NTV). El rey Ocozías pereció por haber pecado contra Dios, consultando a Belcebú: “Esto dice el SEÑOR: nunca te levantarás de la cama donde estás; ten por seguro que morirás...”, 2º Reyes 1:4 (NTV). El rey Joram es otro ejemplo. La Biblia dice que era tan malo que mató a sus hermanos para asegurarse el trono. Además indujo a la gente a apartarse de Dios, 2º Crónicas 21:11. Entonces, “...Dios castigó a Joram con una enfermedad... que no tenía curación... Murió en medio de terribles dolores...”, 2ª Crónicas 21:18-19 (TLA). Entiéndase bien, no todas las enfermedades son el resultado de un pecado, pero muchas personas no sanarán de sus dolencias y no vivirán en paz hasta el día en que ordenen sus vidas delante de Dios. A nadie le gusta sufrir, pero peor es sufrir por algo que podemos evitar. ¡Si obedecemos a Dios evitaremos muchos sufrimientos! Además, seremos prosperados.

Piensa en tus problemas, desgracias y enfermedades. ¿Son el resultado de un problema espiritual? ¡Pon tu vida en orden! ¿Por qué seguir sufriendo cuando puedes evitarlo? Recuerda que la desobediencia acarrea sufrimientos. En cambio, la obediencia desata bendición y protección: Sirve solo al SEÑOR... si lo haces, yo te bendeciré... y te protegeré...”, Éxodo 23:25 (NTV).

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/