Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 260 DE 365

Vivir para Dios

“¿No se dan cuenta de que ese pecado es como un poco de levadura que impregna toda la masa?”, 1ª Corintios 5:6 (NTV).

El pecado es muy contagioso. Piensa en el profeta Elías el día en que avergonzó a los sacerdotes de Baal. Los ochocientos cincuenta profetas de Baal clamaban en el monte, luego de aceptar el desafío que Elías les había planteado. “El dios que responda enviando fuego... ¡ese es el Dios verdadero!...”, 1ª Reyes 18:24 (NTV). Cuando la gente vio que el fuego del cielo consumió la ofrenda de Elías, “...todos cayeron rostro en tierra y exclamaron: “¡El SEÑOR... es Dios!...’”, 1ª Reyes 18:39 (NTV). ¡Qué maravilla! La nación completa encendida en un avivamiento. Sin embargo, “Elías ordenó: “Atrapen a todos los profetas de Baal. ¡No dejen que escape ninguno!”...”, 1ª Reyes 18:40 (NTV). En lugar de festejar el gran mover de Dios, Elías está particularmente interesado en aniquilar a los sacerdotes paganos. No está conforme con ver a toda la nación del lado de Dios, Elías quiere que los promotores de la idolatría sean destruidos y que todo germen de la rebeldía sea exterminado.

Llevar a otros a desobedecer es un pecado mayúsculo para Dios. ¿Por qué? Porque a Dios le trae malos recuerdos. El primero en tocar el clarín de la rebelión contra Dios fue Satanás y, lo peor es que arrastró en su insubordinación a un tercio de los ángeles del cielo. Lucifer estaba muy cerca de Dios y un día, sin causa, intentó arrebatarle la corona. Pecó sin que nadie lo tentara. Por eso cuando una persona hace pecar a otra le quita el oficio al diablo. Tentar a otros a pecar es peor que pecar uno mismo porque patrocina los negocios del diablo, engrosando la lista de sus seguidores. Esa persona puede que comprenda más tarde su pecado y abandone el mal camino. Sin embargo, ¿podrá forzar a aquellos a quienes ha apartado a volverse a Jesús? Puede rogar, llorar y postrarse ante ellos, pero desdichadamente su rescate está más allá de su poder. ¡Qué dolor para su alma verlos camino al infierno sabiendo que les pagó el pasaje y que no tiene el poder para hacerlos volver!

Si pecar y llevar a otros a pecar enfurece al Señor, vivir para Dios y hacer que también otros lo hagan alegrará su corazón. Tomemos la decisión de ser una influencia positiva obedeciendo a Dios y haciendo que otros también lo hagan. ¡Qué enorme alegría le daremos al Señor!

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

More

Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/