Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 259 DE 365

Cierra la puerta

“Si obedeces al SEÑOR...en todo lo que hagas, serás bendito... El SEÑOR... te bendecirá... y te dará prosperidad... Pero si... no lo obedeces... en todo lo que hagas serás maldito. El propio SEÑOR te enviará maldiciones...”, Deuteronomio 28:1-20 (NTV).

El pecado acarrea maldición: El Señor enviará contra ti maldición, confusión y fracaso en toda la obra de tus manos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos quedes arruinado...”, Deuteronomio 28:20 (NVI). Y, ¿cómo nos deshacemos de una maldición? El inicio de la libertad comienza con el nuevo nacimiento. “Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia... Vivían en pecado... obedeciendo al diablo...”, Efesios 2:1-2 (NTV). Antes... estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor”, Efesios 5:8 (NTV). Necesitamos un encuentro personal y vital con Jesucristo. Sin esa experiencia llamada conversión carecemos del poder necesario para obtener la victoria total sobre el pecado y sobre Satanás, 1ª Juan 3:8-9. No se puede ser libre de una atadura sexual o una maldición sin aceptar voluntariamente el señorío de Jesús. La Biblia afirma: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Filipenses 4:13. En segundo lugar, es necesario confesar, arrepentirse y apartarse de todo pecado. Si la puerta no se cierra, la maldición no se rompe y el diablo no se va. Por último, debes emplear los recursos espirituales de la oración y el ayuno para que la liberación sea definitiva y duradera. Jesús dijo que algunos demonios testarudos no se van sino con ayuno y oración, Marcos 9:28-29.

El ayuno jugó un papel fundamental para derrotar a un pueblo repleto de perversión sexual. La victoria que no lograron con unidad, oración y lágrimas, la consiguieron cuando agregaron ayuno y ofrendas voluntarias: “Subieron... todo el pueblo, y fueron a la casa de Dios... ayunaron aquel día hasta la noche y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz... Entonces el Señor ayudó al ejército de Israel a derrotar a los hombres de Benjamín”, Jueces 20:26 (NTV) y 35 (PDT).

Las fortalezas demoníacas no se destruyen con recursos humanos. ¡Acude a Dios! Permite que el Señor ocupe un lugar en tu vida muy distinto del que ha ocupado hasta ahora y verás: las ataduras se romperán, ganarás esa batalla imposible y las bendiciones coronarán tus esfuerzos. ¡Con Dios siempre se gana, con Dios nunca se pierde!

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

More

Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/