Una vida de intimidad con DiosMuestra

Libres de maldiciones

“Si... no obedeces... serás maldito. El... Señor te enviará maldiciones... ”, Deuteronomio 28:15-20 (NTV).

¿Puede un creyente ser maldecido? Sí y no. Si obedece a Dios la maldición no lo toca: “Obedece a Dios y vivirás... sin ser tocado por el mal... inmune a la desgracia”, Proverbios 19:23 (TLA, NBLH y BLA); Proverbios 1:33, 14:26. Pero “si no me obedecen... yo los maldeciré... maldeciré hasta las bendiciones que reciban...”, Malaquías 2:2 (TLA y NTV); Jeremías 11:3. Entonces, ¿cuál es la causa de una maldición? La desobediencia. “A causa de nuestro pecado, se han derramado sobre nosotros las maldiciones...”, Daniel 9:11 (NTV). ¿Y cuándo se rompe una maldición? El día en que volvemos a obedecer. La maldición opera solo cuando vivimos en pecado. Los israelitas experimentaron maldición durante todo el tiempo en que le robaron a Dios: “Ustedes me están robando...por eso... están bajo gran maldición...”, Malaquías 3:8-9 (NVI y TLA). Sin embargo, Dios les aseguró que la maldición se rompería cuando volvieran a obedecer: “Traigan los diezmos... y verán cómo abro las ventanas del cielo para derramar sobre ustedes bendiciones a raudales”, Malaquías 3:10 (BLPH). ¿Lo ves? ¡La desobediencia activa maldiciones, mientras que la obediencia las desactiva! La protección de Dios está disponible solo para los hijos obedientes. Las maldiciones que Balaam arrojaba sobre el pueblo de Israel no surtían efecto. Estaban protegidos. ¿Recuerdas la historia? “Balac... rey de Moab, empezó una guerra contra Israel. Llamó a Balaam... para que lo maldijera”, Josué 24:9 (NTV). Balac era consciente de que ‘su dios’ no podía con el Dios de Israel. Entonces recurrió al recurso espiritual más poderoso que conocía: la maldición. “Si maldices a ese pueblo, te pagaré todo el dinero que quieras...”, Números 22:17 (TLA). Balaam quiso maldecir a Israel, pero sus esfuerzos fueron infructuosos: “...¡Dios ha bendecido, y yo no puedo revertirlo!”, Números 23:8 y 20 (NTV). ¿Por qué los hechizos de Balaam no surtían efecto? Porque los israelitas vivían en obediencia. “...Dios protege a los suyos porque ellos siempre lo obedecen”, Deuteronomio 33:3 (TLA). Los recursos del hechicero Balaam eran inútiles: “...El SEÑOR... está con ellos... Ninguna maldición puede tocar a Jacob...”, Números 23:21-23 (NTV). Además, experimentaron a Dios convirtiendo las maldiciones en bendiciones: “...Como el Señor... te ama... cambió la maldición en bendición”, Deuteronomio 23:5 (BLPH). Rompe con el poder de la maldición. Vive en el poder de la bendición. Obedece a Dios en todos tus caminos.