Una vida de intimidad con DiosMuestra

La importancia de lo secreto
“Todo lo que esté escondido se descubrirá, y todo lo que se mantenga en secreto llegará a conocerse”, Lucas 12:2 (TLA).
La ruina de Israel se debió en gran medida a sus pecados secretos: “Los israelitas... habían hecho muchas cosas en secreto, que no eran agradables al SEÑOR”, 2º Reyes 17:9 (NTV). Dios toma muy en serio lo que hacemos mientras nadie nos ve: “Dios juzgará toda obra... aun la realizada en secreto”, Eclesiastés 12:14 (BAD).
Los israelitas pecaban en oculto y también sus líderes: “...Dios me dijo: “Mira a los jefes de Israel. ¡Allí los tienes, cada uno adorando en secreto a su propio ídolo! Ellos... piensan que no los veo’”, Ezequiel 8:12 (TLA). Nosotros obramos de la misma manera. Cuando sabemos que lo que hacemos está mal tratamos de hacerlo en secreto para que nadie nos vea. ¡Qué ingenuo fue David al creer que lo que hacía en su dormitorio con Betsabé no sería visto por el Señor! Dios le dijo: “Lo que tú hiciste a escondidas, yo lo haré a plena luz, a la vista de todo Israel”, 2º Samuel 12:12 (NVI).
Los pecados que se cometen en privado no son secretos para Dios. “No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas”, Hebreos 4:13 (NTV). Desafiar a Dios en lo íntimo del corazón es tan dañino como la rebelión declarada abiertamente: “¡Qué mal les va a ir a los que tratan de esconderse para que Dios no los vea cuando hacen sus planes malvados! Qué mal les va a ir a los que andan diciendo: “Nadie nos ve, nadie se da cuenta’”, Isaías 29:15 (TLA). La consecuencia más grave de la desobediencia es el alejamiento de Dios.
El pecado siempre acarrea disciplina y siempre aleja la presencia de Dios de nuestras vidas: “El Señor se enojó muchísimo con Israel y los expulsó de su presencia...”, 2º Reyes 17:18 (PDT).
¡Cuando se pierde la santidad se pierde la comunión con Dios! “El Señor... anda por tu campamento para protegerte... Por eso tu campamento debe ser un lugar santo; si el Señor ve algo indecente, se apartará de ti”, Deuteronomio 23:14 (BAD). ¿Existe algo indecente en tu dormitorio, en tu computadora, en tu celular o en tu biblioteca? ¿No crees que sería más beneficioso abandonar el pecado antes de arriesgarte a perder la presencia de Dios?
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/