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Una vida de intimidad con Dios

DÍA 212 DE 365

Entierra tus malos pensamientos y nunca les lleves flores

“...Del corazón de la persona salen los malos pensamientos, Marcos 7:21 (NTV).

Los pensamientos malos no surgen de la nada. Satanás los siembra en nuestra mente, Mateo 13:39 (CJ). El diablo hace responsable a los cristianos de sus propios pensamientos malvados. Deposita su basura en las puertas de nuestra mente como niños abandonados, haciéndonos creer que esos huérfanos son nuestros propios hijos. La recomendación bíblica es que no hospedemos malos pensamientos. Jesús dijo:“¿Por qué están entreteniendo pensamientos malvados en sus corazones?”, Mateo 9:4 (Kadosh).

El escritor bíblico utiliza la imagen de la serpiente para referirse a la ponzoñosa influencia de los malos pensamientos. “Incuban huevos de áspides... el que comiere de sus huevos, morirá; y si los apretaren, saldrán víboras”, Isaías 59:5. Cuando permitimos que ellos se apoltronen cómodamente en nuestra mente corremos un grave peligro.

Según la Biblia la mente podría ser una cueva de víboras; un nido lleno de huevos de serpientes que nosotros mismos incubamos. No resulta inofensivo el proteger los malos pensamientos: “...El que coma de estos huevos morirá...”, Isaías 59:5 (BAD).

Existe un personaje bíblico que grafica muy bien la manera en la que opera el diablo con los hijos de Dios. Su nombre es Najás, el rey de los amonitas. Les había sacado el ojo derecho a todos los hombres de la tribu de Gat y de Rubén y eso “...Causó mucho temor en Israel...”, 1º Samuel 10:27 (PDT). Najás significa ‘serpiente’ y su misión era oprimir y llenar de temor al pueblo de Israel. Lo mismo hace el diablo con nosotros. A menudo enfrentamos fuertes presiones espirituales y grandes tormentos mentales. Como si una nube negra nos envolviera. No podemos pensar ni ver con claridad. Dudamos y desconfiamos de todos, incluso de Dios. No nos sentimos queridos ni apoyados. Parece que todo lo hacemos mal. ¿Te has sentido alguna vez así? Entonces presta atención a lo siguiente: el que sembró esos pensamientos es el diablo. No te sientes sobre esa nidada de pensamientos basura.

¿Sabes por qué razón es tan malo el pecado del temor? Porque acusa a Dios de abandono. Nos hace dudar del tierno y amoroso cuidado de nuestro buen Padre. ¡Por tu propio bien captura todo pensamiento de temor y llévalo a la obediencia de Cristo Jesús!

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/