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Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 211 DE 365

La oración que produce resultados II

Pensemos en algunas oraciones en la Biblia dignas de ser imitadas. Sabemos que la oración de Ana agradó a Dios porque ella pidió un hijo, ¡pero para Dios! “Oh SEÑOR..., si... me das un hijo... te lo devolveré. Él será tuyo durante toda su vida...”, 1º Samuel 1:11 (NTV). La oración de Ana estaba motivada en el beneficio de la obra de Dios. Jesús dijo: “Busquen primero el reino de Dios y hacer su voluntad, y... Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten...”, Mateo 6:33 (BDA2010, TLA).

Si priorizamos el reino de Dios y el hacer su voluntad todas nuestras necesidades serán suplidas. Sigamos el ejemplo de los macedonios. Pablo dijo de ellos: “Sobrepasaron todas nuestras esperanzas, en primer lugar entregándose por entero al Señor, y después ofreciéndose a nosotros para cumplir en todo la voluntad de Dios”, 2ª Corintios 8:5 (CAS). ¿Puedes observarlo? La voluntad de Dios es que nos preocupemos en primer lugar por Él y su obra.

David llamó a su hijo Salomón y le dijo “...Aprende a conocer íntimamente... a Dios... Adóralo y sírvelo de todo corazón...”, 1º Crónicas 28:9 (NTV). Y luego oró de la siguiente manera: “Oh SEÑOR... haz que tu pueblo siempre desee obedecerte...que su amor por ti nunca cambie. Dale a mi hijo Salomón el deseo de obedecer de todo corazón tus mandatos...”, 1º Crónicas 29:18-19 (NTV). David deseaba, anhelaba y pedía para que su hijo sea siempre una persona dedicada a Dios y para que su nación nunca deje de amar, respetar y obedecer a Dios. Esta es la clase de oración que debemos hacer los padres por nuestros hijos y que todo líder debería hacer por las personas que pastorea.

Un día “...Dios se le apareció y le dijo: —Pídeme lo que quieras; yo te lo daré. Salomón contestó: —Dios mío... yo soy muy joven, y no sé qué hacer... Tengo que dirigir a tu pueblo... Dame sabiduría, para que pueda saber lo que está bien y lo que está mal... A Dios le gustó que Salomón le pidiera esto, 1º Reyes 3:5-10 (TLA). Como Salomón pidió motivado no por la ‘billetera’ de Dios obtuvo lo que pidió, pero también lo que no pidió: “riquezas y fama...”, 1º Reyes 3:13 (NTV).

¡Salomón recibió sabiduría porque la pidió y riquezas porque no las pidió! Recuérdalo siempre: ¡la oración que se hace para la gloria de Dios siempre recibe respuesta y siempre es generosa!

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/