Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 156 DE 365

El poder de la fe

Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan...”, Mateo 21:22 (PDT).

¿Recuerdas el milagro de la multiplicación de los panes? Jesús les mandó a sus discípulos darles de comer a la multitud (Marcos 6:34-37) pero no pudieron porque tenían los ojos puestos en la inmensa necesidad y en sus escasos recursos. En medio de esa escena aparece un muchachito que hace lo que los discípulos no pudieron hacer: mirar a Jesús, Juan 6:8-9. El niño no desconoce la necesidad, pero se apoya en Jesús para suplirla.

¿Sientes miedo frente a los nuevos desafíos? ¿Evalúas la respuesta a una misión de Dios apoyándote en tus propios recursos? ¡Haces muy mal! Es probable que lo que Dios te pida sea imposible, pero nunca te pedirá que lo hagas de manera independiente. Debes creer que puedes lograrlo porque Dios está contigo. ¡Él marca toda la diferencia! No permitas la influencia de personas cargadas de incredulidad, aunque ellas digan ser seguidoras de Jesús.

El niño y los discípulos vieron lo mismo. La diferencia no estaba en lo que habían visto sino, en dónde tenían puesta su mirada. Mirando a Jesús, el niño debe haber pensado: “con mi almuerzo Jesús le dará de comer a toda esta gente”. Mirando a las dificultades, los discípulos dijeron: “¿de qué sirven estos panes y peces ante tamaña multitud?”. Todo depende de dónde tienes puestos tus ojos y en manos de quién está puesta tu vida. Los incrédulos discípulos miraron la gran necesidad y su diminuta billetera. Vieron todo eso, pero no vieron a Jesús. Sus ojos no se fijaron en aquel que es Todopoderoso. Sin duda que la necesidad era grande, pero Dios es más grande. Sin duda que el desafío era imposible, pero “¿existe algo demasiado difícil para Dios?”, Génesis 18:14 (NTV). No mires a las dificultades sin antes haber visto a Dios. Recuerda que la fe mira a Jesús, se apoya en Jesús y espera en Jesús.

Todo depende en qué manos están nuestras vidas. El secreto de la vida no es algo, es ALGUIEN. Si experimentas carencias en tu vida o ministerio, ten presente que no es algo lo que falta, sino ALGUIEN: DIOS. El niño creyó que sus panes en las manos de Jesús podían ser el alimento de miles y eso es lo que ocurrió. Pon tu vida en las manos de Dios y con Él harás proezas. “Al que cree todo le es posible”, Marcos 9:23.

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

More

Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/