Una vida de intimidad con DiosMuestra

Adora primero, trabaja después
Dios eligió a David cuando era un adolescente. Recordemos que el profeta Samuel, al ser enviado para ungir al nuevo rey en la casa de Isaí en Belén, creyó que Dios escogería al mayor. Y ya estaba a punto de derramar el aceite cuando una voz del cielo le dijo que no lo hiciera. Todos los hijos de Isaí fueron presentados ante el profeta, hasta que finalmente preguntó al anfitrión si le quedaba algún hijo más. Isaí contestó que había uno, el menor, pero que estaba en el campo cuidando las ovejas.
En el desierto, lejos de la mirada del hombre, David conquistó el corazón de Dios y allí creció en unción. Lo que hizo en secreto le sirvió para convertirse en rey de toda la nación. David tenía una sola pasión: Dios. Los salmos más inspiradores surgieron de su apasionada búsqueda cuando cuidaba ovejas, en el anonimato: “Solo una cosa le pido al Señor: Habitar en la casa del Señor por el resto de mi vida. Así podré disfrutar el placer de estar junto al Señor...”, Salmo 27:4 (PDT).
Dios debe transformarse en nuestra máxima pasión, amándolo por lo que es y no por lo que pueda darnos.
Como cristianos tenemos dos opciones: 1) El camino fácil, que es una experiencia con Dios el domingo y una vida de impurezas durante toda la semana. Esta elección produce esterilidad y ausencia de vida. Solo hay apariencia y religión. 2) El camino largo y más difícil que consiste en vivir cada momento en comunión con Él, alertas de su cercanía, deseando desarrollar su propio carácter y santidad. No es solo emoción, ni una exagerada experiencia sobrenatural; es mucho más que eso: es obediencia y santidad. El resultado de esta elección es renovación, vida abundante y unción.
No existe verdadera unción sin comunión. Dios busca desarrollar una comunión íntima contigo en el anonimato. De ti depende responder al llamado o eludirlo.
La actitud es más importante que todas las aptitudes juntas. Tú podrías estar limpiando oficinas, sirviendo el refrigerio o tomando notas de los pedidos de oración, pero si tu actitud es la correcta y realizas tu trabajo con alegría y gratitud, conquistarás el corazón de Dios. El tiempo de preparación es más importante que el tiempo de popularidad.
¿Cuándo conquistó Jesús el corazón de Dios? Antes de su ministerio público. Jesús vivió de tal manera que su vida fue su altar de adoración. Conquistó el corazón del Padre mientras se preparaba en el anonimato. ¿Estás aprovechando el tiempo de preparación? ¿Cómo responderás a esta meditación sabiendo que Dios observa tu respuesta?
Escrituras
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
More
Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/
Planes relacionados
Mi identidad en Jesús

La Fe No Se Vive a Solas

Adviento: "Los Visitantes" (5)

Ceguera Espiritual

30 días en la Biblia en familia

Adviento: "Hacia Belén" (3)

Suficiente en Cristo: Cuando Mi Insuficiencia Se Encuentra Con Su Gracia

El Poder De Una Respuesta Sabia

Escucha Y Guarda La Sabiduría
